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Una esquela para envidiar

¿Qué estaría usted dispuesto a hacer para evitar la pérdida irreparable de su patrimonio? Se suele decir que las situaciones desesperadas requieren medidas desesperadas. Ante graves problemas o crisis, todos somos capaces de llevar a cabo acciones extremas. En medio de circunstancias de este tipo, no es raro que surjan ideas ingeniosas e incluso brillantes para superar obstáculos que suponíamos infranqueables. Así les ocurrió a los responsables de mantener con vida la Radio Faro Cultural de Guatemala en 2014 cuando, agobiados por la precaria situación financiera y las condiciones laborales de la emisora especializada en difusión de música clásica, decidieron impulsar una inspirada campaña publicitaria en la prensa escrita y radial guatemalteca.

En uno de los diarios de mayor circulación, a media página y en medio de la sección necrológica, publicaron ni más ni menos la siguiente esquela: “Radio Faro Cultural lamenta profundamente que el señor Ludwig van Beethoven pueda morir por segunda vez. Rogando porque su música no muera, le invitamos a sintonizar el 104.5 FM”.

Para mayor efecto, también hicieron el anuncio en la radio, con la educada voz de uno de esos locutores que notifican, graves y compungidos, los decesos de ciudadanos respetados.

Este singular artificio permitió concienciar a muchas personas, entre ellas buena parte de sus asiduos oyentes, sobre la delicada situación que enfrentaba la radioemisora. Fundada por iniciativa privada en 1950, formó parte desde 1973 del Ministerio de Educación de Guatemala y pasó, finalmente en 1988, al Ministerio de Cultura y Deportes. En 2005, esta entidad gubernamental declaró a la radio “Patrimonio Cultural de la Nación”, mediante sendos Acuerdo Ministerial y Decreto Legislativo. No obstante, en enero de 2012, “el Patrimonio” debió cerrar por 25 días por falta de presupuesto, lo cual mostraba a propios y extraños las dificultades que enfrentaba.

En agosto de 2013, para llamar la atención de las autoridades y su público, amigos de la Radio -entre ellos periodistas y gestores culturales- impulsaron la campaña publicitaria del obituario, que fue acogida con simpatía y entusiasmo por el público en las principales ciudades del país. Acicateados por la genialidad de la pauta y de la reacción de solidaridad que despertó, los titulares del Ministerio dieron la cara y comprometieron a la administración pública a garantizar la supervivencia de la emisora, como correspondía al título que se le había conferido años atrás. En 2021, Radio Faro Cultural cumplió 71 años y ahora puede sintonizarse por internet, adaptándose bien a la prueba del paso del tiempo.

Estéreo Concierto no corrió con la misma suerte en Honduras. Desapareció hace dos décadas, con su exquisita programación, una nutrida audiencia y un personal de primera. Huérfana de apoyo, murió sin pena ni gloria y sin esquela ,como los desconocidos. No hubo Ministerio que lo evitara ni marcha fúnebre en su nombre. Ya lo decía Medardo Mejía “aquí, así es”.