Columnistas

Tiempos políticamente correctos

La corrección política es para la sociedad moderna casi incuestionable.

Hablar y actuar sin ofender a los diferentes sectores, sobre todo a los minoritarios, es una idea seductora para un buen ciudadano.

Es por eso que la mayoría de las personas hemos procurado en los últimos tiempos usar un lenguaje inclusivo, comprensivo, noble, pero a veces en extremo eufemístico y censurado.

No quiero centrarme en el lenguaje o la lengua, porque lo políticamente correcto va más allá de lo que con palabras u otros signos decimos, pero creo que como ilustración sirve.

Hay personas, entre ellos muchos artistas, que han expresado su inconformidad o cierto desacuerdo porque en algunas ocasiones es un completo rompecabezas expresarse y actuar desde lo denominado correcto.

En los últimos años la sociedad ha venido cuidando lo que dice y lo que hace; ha protegido a los otrora desprotegidos, sin embargo, eso a juicio de algunos ha construido unas comunidades demasiado sensibles, en la que el menor asomo de machismo, racismo, discriminación o extremismo de cualquier orden se convierte en una resonante queja, y un pretexto, para entonces sí, ofender.

Esa extrema vigilancia sería como un sistema inmunológico que ataca al mismo cuerpo, con el afán de mantenerlo a salvo.

Es cierto que esa búsqueda de la corrección ha sido producto del maltrato que le ha dado la humanidad a la misma humanidad, pero hay que saber hasta donde llegar.

Dije antes que algunos artistas se ha quejado de los tiempos que vivimos.

Eso ha sido nada más porque incluso en las obras de arte se ha exigido que vayan en consonancia con el discurso aceptado por la sociedad.

Por lo que hay cosas que ya no se pueden hacer o decir y hay otras que parece obligatorio mostrar.

Hollywood, por ejemplo, tiene una forzada aspiración a ser inclusivo.

En una de las peores películas de 2018, según la crítica, formó una familia que no parecía una familia por la diversidad de orígenes de sus miembros, más allá de eso, es que se miraba forzada. Y todo porque es políticamente correcto ser inclusivo.

Este último ejemplo se ha visto replicado en el cine y en muchas otras manifestaciones artísticas, donde incluso se han valorado más los temas que trata que la calidad del producto.

Ya lo decía el director de la Real Academia Española (RAE) y presidente de Asociación de Academias de la Lengua Española (Asale), Darío Villanueva, en las palabras brindadas en los actos de graduación del máster en Gobernanza y Derechos Humanos en la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), en el primer trimestre de 2018: la corrección política es una nueva forma de censura.

Dichas palabras estuvieron motivadas por la incomodidad que para algunos grupos ha causado la inclusión de algunas entradas ofensivas en los diccionarios de los cuales es responsable la RAE y Asale.

Por lo pronto, parece que seguiremos en tiempos políticamente correctos, para nuestro bien, pero también para quebrarnos un poco la cabeza y no ofender a nadie con nuestro decir y nuestro actuar.