Uno de los problemas más serios de Honduras es su propia clase política; como se sabe y como siempre se menciona en esta columna, tenemos una fuerte relación de política con corrupción y crimen organizado, lo que resulta preocupante, es que el poder se vuelve un fin y no un medio para proteger los intereses generales de la población hondureña.
Con esto dicho, con las campañas políticas que se logran apreciar es evidente que la intención es llegar al poder, y claro está, que para generar los cambios que Honduras requiere es necesario tener el poder. Sin embargo, la lucha por obtener ese poder propicia que nuestros políticos hagan cualquier acción a fin de adquirir mayor alcance, por ende, más votos, buscando llegar a como dé lugar. Generan canciones pegajosas, un uso excesivo del Photoshop en sus fotos para las vallas publicitarias. Si es oposición, su discurso de odio al gobierno, y si es gobierno discurso de odio a la oposición, dejando las propuestas en un segundo plano, porque lo importante es llegar sin importar cómo y a qué.
Cuando la política se vuelve una lucha de egos y lo único que importa es llegar al poder sucede lo que hemos vivido históricamente, no obtenemos los resultados que esperamos.
La clase política lanza estrellas de la televisión, personas virales en redes sociales, jugadores de fútbol, únicamente por su alcance, nuestros políticos hacen alianzas, se unen, en fin, el centro detrás de todo lo que vivimos es el poder, tener el poder, conservar el poder y jamás dejarlo ir, y la población hondureña pasa a un segundo plano.
Por eso, es importante analizar las propuestas de nuestros políticos, poner especial interés en la coherencia de su discurso, analizar si lo que nos dicen es únicamente porque suena bien o si realmente es alcanzable, si ya son funcionarios o fueron funcionarios hay que analizar cuál ha sido su papel, que resultados trajeron en este tiempo.
Sé que es mucho pedir, pero urge que depuremos nuestra clase política, tenemos que dejar de votar “para sacar a los que están” sino buscar opciones, detrás del oficialismo hay gente que no debe continuar y detrás de la oposición hay gente que no debe llegar al poder. Nosotros como hondureños tenemos el verdadero poder, dejemos de conferirlo, prestándole el voto a los mismos de siempre.
