Columnistas

A partir de aquí seremos otros (quizá)

Casi cualquier tipo de información ha sido opacada por la situación que vive el mundo con el Covid-19. En periódicos, radio, televisión, redes sociales y la calle misma hablan todos de él. Creo que por las condiciones en las cuales se presenta este evento inesperado hasta hace apenas unos cinco meses será un punto de quiebre para la humanidad, tal vez, después de esta pandemia seremos otros porque lo que estamos viviendo es un hecho sin precedentes.

Es cierto que hubo diferentes momentos de la historia en los que enfrentamos fuertes epidemias o pandemias, pero ninguna había provocado la paralización de países enteros a la vez. Nunca se habían cancelado tantos eventos de manera global ni puesto en duda su realización por una causa parecida. Tal vez es por eso por lo que algunas epidemias tienen cifras de mortalidad escalofriantes. El mundo no reaccionaba tan pronto como me parece que lo ha hecho ahora.

Los medios de comunicación sin duda han sido claves para que, por ejemplo, en China, país que sufrió el primer brote, se haya ya controlado la situación. Ha sido incansable la labor de hacer consciencia de lo importante que es quedarse en casa y las normas de higiene que se deben seguir. Espero que lo mismo suceda con Europa, quien en este momento se ha convertido en el epicentro de la enfermedad, con cifras de infección y de mortalidad un poco inquietantes.

No solamente tenemos la comunicación a nuestro favor, sino la ciencia. Hoy estamos en el pico más alto de avance científico y tecnológico y eso nos debe tranquilizar (no por ello descuidarnos) porque seguramente pronto (este pronto léase como relativamente pronto) aparecerán soluciones: una vacuna, un medicamento efectivo, alguna manera de evitar el contagio.

Hace unos veinte años corre en internet un personaje que es evidentemente ficticio, pero que me servirá para ilustrar lo que quiero comunicar. Se llama John Titor y es, según lo que dice, un viajero en el tiempo cuyo origen es el año 2036. Este personaje asegura que a principios de siglo la humanidad habrá (ha) vivido una catástrofe, una guerra mundial. Lógicamente falló en sus “predicciones”, sin embargo, la segunda parte de estas propone que el mundo después de lo que se ha vivido, es definitivamente otro.

Al parecer, en ese mundo alternativo que él propone las personas después de haber vivido un hecho tan fuerte han cambiado su manera de vivir, siendo esta más tranquila, serena y reflexiva. Dijo que se leía más y se veía menos las pantallas y que las personas contaminaban menos y la pasaban más en familia. En otras palabras, que el mundo después de una gran crisis había caído en la cuenta de que no podía seguir al ritmo que iba.

Me surgió la duda de si podría, después de esta pandemia, también pasarnos a nosotros en este mundo de verdad. En medio de todas estas noticias que nos han puesto tensos ha surgido una que es alentadora y es que las medidas adoptadas para controlar el nuevo coronavirus están mejorando la calidad del aire en algunos países.

El mundo, y por mundo me refiero a las personas, en medio de este ambiente complicado estoy seguro de que se tomará el tiempo para reflexionar sobre las cosas importantes de la vida.

Es posible que el cambio no sea tan drástico como en el mundo que John Titor nos contó en esos foros de principio de siglo, pero sí un poco mejor