Unas 13,000 casas y 15,000 automóviles cambiaron de dueño en Cuba en el primer trimestre de 2012, traspasos que son legales por primera vez después de medio siglo con las reformas económicas del presidente Raúl Castro.
“De enero a marzo ya suman más de 2,730 las compraventas de inmuebles y 8,390 las de autos, mientras las donaciones superan las 10,660 y 6,780, respectivamente”, dijo la directora de Notaría y Registro Civil del Ministerio de Justicia, Olga Pérez Díaz, citada ayer por el diario oficial Granma.
Las donaciones son, fundamentalmente, traspasos gratuitos de la propiedad a un familiar, con el fin de regularizar los títulos u otra razón.
Las compraventas de casas y autos, prohibidas en los años 60 por el gobierno de Fidel Castro, fueron autorizadas a fines de 2011 por su hermano Raúl, que lo sucedió en el mando en 2006 y quien impulsa reformas para tratar de sacar a la isla de la crisis económica en que se sumió tras la desintegración de la Unión Soviética en 1991.
Agobiados por décadas de restricciones legales, que ahora el propio Raúl Castro considera “excesivas”, los cubanos recibieron con júbilo las leyes que los facultaron para vender y comprar casa y autos.
“A pesar de la timidez de los números (de traspasos de propiedad), es un proceso continuo de ascenso que realmente demuestra que la población ha mostrado entusiasmo por estas cosas”, dijo el economista Omar Everleny, director del Centro de Estudios de la Economía Cubana de la Universidad de La Habana.
Servicios
Ambas leyes también obligaron a mayores esfuerzos en servicios públicos, criticados por la excesiva burocracia, pues para formalizar los traspasos, los vehículos e inmuebles deben estar debidamente anotados en el registro de propiedad, algo que no todos tenían.
Everleny dijo que seguramente no hubo más traspasos “porque hay un problema legal: los cubanos viven en las casas, pero éstas no están a su nombre, y registrar la propiedad, eso demora”.
Hasta el 10 de noviembre de 2011, cuando entró en vigor la nueva ley, sólo estaban permitidas las permutas de casas.
Cuba, con 11.2 millones de habitantes, encara desde hace décadas un grave déficit habitacional, al que se suma el deterioro de muchas viviendas existentes.
Por su parte, el 1 de octubre de 2011 entró en vigencia la compraventa de autos. Hasta entonces solo se podían transferir los viejos coches norteamericanos o “almendrones”, importados antes de 1959, muchos de los cuales, equipados con nuevos motores diesel, ruedan ahora como taxis en La Habana.
Hasta 1990, los cubanos solo podían comprar autos si el gobierno les daba un cupo por “méritos laborales”, con prohibición de venderlo, el que pagaban a plazo con precio subsidiado. Pero con la crisis económica, llamada oficialmente “periodo especial”, se acabó la asignación de coches.
Casos excepcionales eran los músicos y profesionales que ganaban altas sumas de dinero en el exterior, y que hasta octubre recibían un permiso especial para adquirir un vehículo.
Gradualidad
Las reformas económicas, incluida la legalización del trabajo privado o por cuenta propia (para reducir la abultada planilla laboral de cinco millones en el sector público), han sido puestas en vigor gradualmente. Una de las normas más aplaudidas fue la que acabó con la confiscación de las casas de los emigrantes, que rigió desde 1959 hasta fines de 2011.
“Las reformas avanzan con un gran gradualismo. No ha habido retroceso en ninguna de las medidas tomadas, todas las cosas se siguen implementando. Algunas pudieran ir a un mayor ritmo, pero se está tratando que exista un componente legal que las avale”, dijo Everleny.
Pero “las personas de a pie necesitan ver que todo lo que se ha hecho lo sientan y eso todavía no ha sucedido”, añadió el economista.