Hondureños en el Mundo

Pastor hondureño que viajó en la caravana migrante logra asilo en EEUU

Dos días antes de recibir el asilo, el hondureño había inaugurado un albergue en Tijuana, México, país al que fue devuelto desde Estados Unidos

20.09.2019

CALIFORNIA, ESTADOS UNIDOS.- Un pastor hondureño que salió junto a una caravana migrante en octubre de 2018 rumbo a Estados Unidos se convirtió en uno de los pocos en obtener asilo en esa nación.

Douglas Oviedo fue rechazado en la frontera de México con Estados Unidos, pero después 11 meses se convirtió en uno de los primeros catrachos en formar parte del Protocolo de Protección de Migrantes (MPP, por sus siglas en inglés).

'Es algo increíble, lo esperé mucho tiempo. Han pasado once meses desde que salí de Honduras, ha sido pesado, difícil y abrumador, pero a la vez nunca perdí la esperanza y ahora que estoy acá, siento que cada segundo que pasé en Tijuana (México) valió la pena', dijo el hondureño a la Agencia Efe cuando tocó suelo en San Diego, California.

El hondureño contó que cuando estaba en el noroeste de México vivió en carpas instaladas y que allí conoció a Jake Lee, un ciudadano estadounidense que realiza labores humanitarias.

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El estadounidense escuchó su historia y lo convenció de solicitar asilo. El 17 de diciembre Oviedo hizo la solicitud y recibió un formulario con el número 1,834.

El pastor hondureño fue entrevistado por primera vez el 29 de enero de 2019, días después de que Donald Trump pusiera en vigencia el MPP para que los solicitantes de asilo esperaran durante el proceso en México.

En ese caso, el compatriota pasó 16 horas en un centro de detención en Estados Unidos, posteriormente fue devuelto a Tijuana, México.

El pastor era uno de los 14 migrantes con los que se probó el MPP.

'Fue terrible, lloré cuando estaba siendo regresado. Me sentía completamente decepcionado', contó sobre su retorno al país azteca.

Su vida

El hondureño quedó huérfano desde los 13 años; sus padres murieron de VIH/Sida y su hermano fue asesinado.

A los 15 años, cuando estaba sumido en las drogas, intentó suicidarse, pero afirma que Dios lo salvó y le hizo un llamado.

Se convirtió en pastor juvenil y se dedicó a rescatar a jóvenes de las pandillas, lo que lo puso en peligro y hasta recibió amenazas.

El hondureño contó su historia al juez Rico Bartolomei en su audiencia final que duró más de cuatro horas.

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El juez destacó el hecho de que haya construido un albergue en Tijuana, mismo que inauguró dos días antes de que le otorgaran el asilo.

'Agaché mi cabeza y comencé a llorar de alegría porque a lo mejor no me lo merezco, pero también creo que la justicia se practica en cualquier lado', comentó el compatriota.

El pastor hondureño dijo que fue recibido por organizaciones promigrantes y que desde allí supervisará el albergue en Tijuana.

Además, contó que espera que su esposa e hijos también ingresen a Estados Unidos.

'Voy a trabajar muy duro para sacarlos adelante, para que mis hijos puedan tener una mejor educación, más seguridad porque en Honduras no se puede. Es mi sueño'.

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