Por segundo día consecutivo, decenas de personas salieron este sábado a las calles a protestar en contra de la corrupción, esta vez en la capital industrial del país.
“Padre, no los perdones porque sí saben lo que hacen”, rezaba una pancarta en la que los manifestantes expresaban su rechazo a la corrupción y a quienes han saqueado al país en los últimos gobiernos.
La marcha de las antorchas en la ciudad industrial se produjo un día después de que decenas de personas salieran a las calles en Tegucigalpa a exigir no más impunidad y la renuncia del presidente Juan Orlando Hernández.
Los sampedranos se expresan cansados de la impunidad que gobierna al país y demandaron la aplicación de la ley a todos los que han saqueado las arcas del Estado y le han hecho daño al pueblo.
Durante la actividad los ciudadanos invadieron las calles de la avenida circunvalación para elevar su voz y exigir a los operadores de justicia acciones claras contra los corruptos.
Desde las 4:00 PM familias completas se volcaron al Monumento a la Madre, que nuevamente fue el punto de encuentro.
“No desmayamos. La lucha es pacífica, buscamos frenar la corrupción en el país y que se haga justicia”, dijo el sampedrano Antonio Reyes.
Indignación
El desfalco al Instituto Hondureño de Seguridad Social (Ihss) es lo que mantiene latente la indignación entre la población, pese a que ya hay varios involucrados en prisión.
Personas que perdieron a un pariente o conocidos por la crisis en esa institución exigieron todo el peso de la ley contra los responsables y la llegada al país de una comisión internacional contra la impunidad. Aunque a través de las redes sociales, los organizadores de las marchas pidieron a los miembros de los partidos políticos no sumarse, hubo varios que participaron especialmente del Partido Libre y del Partido Anticorrupción (PAC). La caminata se desplazó por la avenida circunvalación y retornó al Monumento a la Madre pasadas las 7:00 PM.
Este sábado también marcharon en Tela y La Ceiba. Hondureños en New York también se manifestaron frente a la sede de las Naciones Unidas para exigir un alto a la impunidad.
