Los hospitales agonizan y las autoridades sanitarias aún no encuentran la cura. Los argumentos aparecen por doquier, pero la situación de los centros asistenciales empeora cada día.
El hospital Gabriela Alvarado, de Danlí, ha comenzado a alertar a los galenos que trabajan en su interior ya que hasta en los quirófanos reina la calamidad.
A causa de esta situación se determinó paralizar las intervenciones selectivas en los tres quirófanos con que cuenta, pues los materiales descartables y esterilizados son escasos.
Salvador Díaz, director del hospital, aseguró que ya reportó la calamidad en que se encuentra el sanatorio a las autoridades del nivel central.
“Hoy (ayer), en consejo consultivo, se pedirá explicaciones a la administración general, ya que en la última auditoría que se hizo encontramos que hay un faltante de unos dos millones de lempiras en insumos, considerados como críticos para el funcionamiento del hospital”, dijo el entrevistado.
Según Díaz, el informe de inmediato fue enviado a la gerencia administrativa de nivel central para notificarle que varios proveedores a quienes se les habían cancelado los insumos aún no los han entregado.
El funcionario explicó que algunas de las respuestas que han obtenido en cuanto a este problema es que los proveedores tenían dos órdenes de compra por materiales diferentes, donde una estaba cancelada y la otra no, y los proveedores se negaban a entregar los materiales cancelados si no se les pagaba la totalidad.
Guantes descartables, jeringas, catéteres, tubos endotraqueales y papel son algunos de los insumos que el sanatorio requiere de emergencia.
Lavandería
La falta de insumos que reporta el sanatorio se refleja hasta en el área de lavandería ya que ni las secadoras se pueden poner a funcionar, pues no hay combustible.
Esto ha obligado al personal de lavandería a buscar secar la ropa hospitalaria bajo el sol, con ayuda de varios tendederos instalados en los alrededores del hospital.
En esta área de las cinco lavadoras con que cuentan solo tres funcionan a medio vapor, pues solo una tiene capacidad para lavar 75 libras de ropa por ciclo, el resto apenas 25 libras.
La jefa del Departamento de Lavandería, Dilcia Bonilla, informó que son 11 ciclos de lavado, por día.
El jefe de la Emergencia, Daniel Alvarado, anunció que buscarán el auxilio para el hospital de parte de la población a través de una telerradiomaratón.
“La mayoría de los problemas que se presentan en el hospital se debe al incremento en las atenciones médicas y el bajo presupuesto”, expresó el galeno.
Alvarado es del criterio que ya es tiempo que el centro asistencial tenga una nueva categoría, para alcanzar mayor presupuesto.
“La nueva categorización permitirá al hospital tener mayor presupuesto para la compra de insumos y la contratación de personal, el cual es vital y necesario”, concluyó.
El área de influencia del sanatorio representa una población de unas 500,000 personas de los municipios de Danlí, El Paraíso y Olancho.
El hospital Gabriela Alvarado lleva 38 años de funcionar en la región oriental del país; en sus inicios funcionó en el barrio Pueblo Nuevo y hace ocho años en el actual edificio construido con apoyo de los representantes de la Cooperación Española.