Washington, Estados Unidos.- Arcadia Foundation expresó este sábado su reconocimiento al pueblo hondureño por la jornada cívica del 30 de noviembre y felicita al ingeniero Nasry Juan Asfura Zablah por su proclamación como presidente electo de la República de Honduras.
A través de un comunicado, la fundación detalló que "en una elección disputada voto a voto, con un resultado estrecho entre el Partido Nacional y el Partido Liberal y con el proyecto de LIBRE relegado a un claro tercer lugar, la ciudadanía hondureña ha enviado un mensaje inequívoco: Honduras le cerró la puerta, por la vía del voto, al experimento del socialismo del siglo XXI que intentó consolidarse bajo la conducción de Manuel “Mel” Zelaya y de la presidente Xiomara Castro".
Agregó además que "ese rechazo no es un cheque en blanco para nadie. Precisamente porque el margen de victoria ha sido exiguo, la responsabilidad del nuevo presidente es mayor. El mandato que surge de las urnas no es el de perpetuar viejas prácticas ni sustituir una cleptocracia por otra; es el de iniciar una ruptura real con la corrupción, el narcotráfico y la captura partidista de las instituciones. Honduras no puede seguir siendo señalada, dentro y fuera de la región, como sinónimo de impunidad y corrupción burda. Basta. Ha llegado la hora de hacer las cosas bien".
Arcadia Foundation saluda al presidente electo y, al mismo tiempo, le recuerda que la legitimidad democrática no se agota en la proclamación de resultados. Se construye día a día con actos concretos.
La fundación también instó al presidente electo a "que se emprenda una depuración seria y valiente del Poder Judicial, del Ministerio Público y de los cuerpos de seguridad, de modo que los tribunales hondureños dejen de abdicar su función y no sean los jueces de Estados Unidos quienes terminen, una y otra vez, resolviendo los casos que la justicia nacional se ha negado a enfrentar".
Además pide que "se rompa el maridaje entre política y narcotráfico que tantos daños ha causado al país. Es inaceptable que, a estas alturas, episodios tan graves como el narcovideo que involucra a figuras del entorno de los Zelaya sigan sin una sola acusación formal del Ministerio Público. La omisión también es una forma de corrupción".
El comunicado insta a que "se ponga fin a la complacencia con los regímenes del socialismo del siglo XXI, cuyos lazos con el crimen organizado y cuyas tácticas de desmantelamiento del Estado de Derecho están plenamente documentados. Honduras no puede seguir jugando a dos aguas entre las democracias que exigen transparencia y las dictaduras que viven de la represión y del narco".
Adicionalmente, Arcadia Foundation subraya, además, una deuda histórica que ningún gobierno ha querido saldar: el abandono sistemático de la diáspora hondureña en los Estados Unidos. Esa diáspora no es una nota al pie de la economía; sostiene, con su esfuerzo y sus remesas, más de una cuarta parte del PIB hondureño. Durante años ha sido vista solo como fuente de divisas, nunca como comunidad de derechos. Eso debe cambiar de raíz.
"Exhortamos al presidente electo a construir una política de Estado hacia la diáspora que no se limite al discurso ni a las campañas de recaudación. Es indispensable crear mecanismos de asistencia y protección consular eficaces; programas de asesoría legal y migratoria; esquemas para facilitar el acceso a seguros de salud y servicios básicos; puentes reales con universidades y centros de formación para ofrecer educación a distancia, enseñanza del inglés y oportunidades de integración; y canales transparentes para canalizar inversión productiva de la diáspora hacia Honduras con seguridad jurídica. Si el país vive, en buena medida, gracias a sus migrantes, el Estado tiene el deber moral y político de estar a la altura de ese sacrificio".
La Arcadia Foundation además se comprometió a acompañar, reconocer y difundir toda medida que fortalezca la institucionalidad y la transparencia; pero también denunciar, con la misma firmeza, cualquier intento de reproducir las prácticas que han hundido a Honduras en la desconfianza y el descrédito. "Estaremos vigilantes, con respeto pero sin complacencias, frente a cada decisión que afecte la independencia judicial, la integridad del sistema electoral, la relación con el narcotráfico y el trato que se dé a la diáspora hondureña".
Finalmente, le recordaron al presidente electo lo que implica gobernar Honduras. "Al nuevo presidente (electo) le corresponde entender que no ha recibido un premio, sino una prueba. El pueblo hondureño, al rechazar el proyecto de los Zelaya-Castro, le ha entregado una oportunidad estrecha y condicionada. Si esa oportunidad se utiliza para reconstruir el Estado de Derecho, combatir en serio la corrupción y dignificar la vida de los hondureños dentro y fuera del país, Honduras podrá iniciar, por fin, un camino distinto. Si se desperdicia, la historia será implacable", puntualizan.