¡Ni caminar se puede! Así se encuentra el Centro de la capital justo antes de Nochebuena
El dinamismo de la economía se siente en el centro de la capital, donde cientos de personas se han trasladado en busca de estrenos y alimentos previos a la Nochebuena
- 23 de diciembre de 2024 a las 00:00
Desde primeras horas de la mañana de este lunes, los capitalinos abarrotaron el Centro de Tegucigalpa en busca de lo necesario para disfrutar de la Nochebuena.
En esta temporada alta, la economía se dinamiza, dejando grandes ganancias a los comerciantes de la zona que ofrecen sus productos a precios accesibles.
Este 23 de diciembre, a tan solo unas horas de la esperada Nochebuena, las imágenes captadas por el fotógrafo de Diario El Heraldo, David Romero, muestran que las calles del Centro estaban intransitables, colapsadas por la multitud.
Las aceras estaban llenas de madres, quienes, acompañadas de sus hijos, elegían con cariño el atuendo más bonito para sus pequeños.
Diciembre es uno de los meses donde más se derrocha el dinero, lo que convierte a enero en un mes de escasa afluencia en los mercados.
Aprovechando la temporada alta, los comerciantes venden sus mejores productos, con la esperanza de ahorrar y prepararse para los meses más difíciles como enero.
En medio del bullicio, las madres no dudan en llevar a sus hijos de compras, como la joven que, junto a su pequeña y pequeño, no perdió la oportunidad de hacer sus compras navideñas.
Padres con hijos en brazos, jóvenes, ancianos, todo tipo de personas se vio en las calles del Centro de Tegucigalpa.
Sin duda, la Nochebuena es un momento emocionante, y los hondureños se preparan para disfrutar de una noche en familia y con amigos.
En esta época, todo es válido: la gente busca productos de todo tipo, desde zapatos, pantalones y camisas hasta las tradicionales frutas de temporada como uvas y manzanas.
La Navidad es sinónimo de alegría para muchos, aunque otros deban trabajar arduamente para llevar el sustento a casa. Para los comerciantes, la meta es clara, regresar a casa dando gracias a Dios por un día productivo.
Mientras tanto, los consumidores regresan felices, satisfechos con lo que han logrado encontrar en el centro. ¿Qué no se puede encontrar en el corazón de la capital?