Figuras de líderes políticos dominan los tradicionales años viejos de Tegucigalpa
Líderes políticos son retratados en muñecos que arderán en la hoguera del último día de este 2025, el próximo 31 de diciembre. Jóvenes crean sus propios monigotes con ropa vieja, cartón y zacate
- Actualizado: 15 de diciembre de 2025 a las 18:01
Los monigotes o “años viejos” son tradiciones de los capitalinos, quienes deciden despedir el año quemándolos como un simbolismo para olvidar y comenzar de nuevo un año, pero también representan una crítica hacia aquellos personajes que no cumplieron sus promesas a la sociedad.
Los candidatos presidenciales, como Salvador Nasralla, del Partido Liberal; Nasry Asfura, del Partido Nacional; y Rixi Moncada, esperan los resultados del Consejo Nacional Electoral, como una forma de crítica a la tardanza en anunciar a las nuevas autoridades del gobierno. Los monigotes se ubican en Germania, al sur de Tegucigalpa.
A través de figuras que retratan el acontecer nacional, los capitalinos encuentran una manera particular de manifestar su descontento hacia personajes políticos y figuras públicas del país.
Los tradicionales muñecos de “Año Viejo”, que serán quemados el 31 de diciembre, comienzan a ganar notoriedad en distintos sectores de la capital y en municipios cercanos, como Valle de Ángeles.
Es de destacar que las figuras políticas predominan entre las inspiraciones de los creadores. Entre ellas se encuentra el expresidente José Manuel Zelaya Rosales, quien forma parte de lo que los ciudadanos denominan el “familión”.
La presidenta Xiomara Castro también forma parte de los años viejos que serán quemados este 31 de diciembre en la capital y a nivel nacional.
El presidente del Congreso Nacional, Luis Redondo, se encuentra entre los personajes más representados en los monigites de año viejo quemados el 31 de diciembre.
Otras figuras también han sido motivo de sátira y crítica en los pichingos que recorren las colonias. Los jóvenes piden dinero en los lugares donde se elaboran los años viejos para llenarlos de pólvora.
Mientras algunos compran las figuras listas, otros optan por ser los autores de sus propios pichingos, utilizando ropa vieja, zapatos, cartón, papel e incluso zacate seco para dar forma a sus muñecos.
Una de las candidatas presidenciales tampoco se salvó de los tradicionales años viejos, y los hondureños despedirán el año quemando figuras construidas con creatividad.