Gratitud, devoción y fe muestran peregrinos al visitar la Basílica de Suyapa
Hasta el más pequeñito del hogar ha llegado a la Basílica de Suyapa para rendir homenaje a la patrona de Honduras, que celebra su 278 aniversario de hallazgo
- 31 de enero de 2025 a las 16:26

Ni la inocencia ni la corta edad son un obstáculo: niños y adultos han acudido con fe, portando flores y, en muchos casos, avanzando de rodillas desde la entrada del santuario.

Los rostros de los devotos reflejan gratitud, esperanza y súplicas por milagros. Con lágrimas en sus mejillas, una feligres agradeció a la Virgen.

Con una sonrisa dulce y mirada inocente, una pequeña devota, portando una medalla de la Virgen, avanzaba con una candela en mano para rendir tributo.

Feligreses de todas las edades ingresaron de rodillas a la Basílica, algunos para pedir milagros y otros para agradecer los ya concedidos.

La celebración continúa en un ambiente lleno de fervor y esperanza y cada día cientos de feligreses se suman al festejo.

Madres cargando a sus pequeños también llegaron para ser parte del 278 aniversario. Un niño, con ambas manos, sostenía con fuerza la candela que ofrecería a la Virgen.

Muchos feligreses recorrieron largas distancias de rodillas, considerando el sacrificio físico una muestra de su devoción y fe hacia la Virgen de Suyapa.

A lo largo del día, el santuario ha sido el epicentro de un ambiente cargado de fervor religioso, con cientos de personas participando en las misas y actividades programadas.

Este aniversario también representa el cumplimiento de promesas hechas por hondureños, quienes año tras año acuden para agradecer los milagros recibidos, manteniendo viva su fe y devoción.

Familias hondureñas, muchas con una profunda conexión con la fe católica, siguen transmitiendo a sus hijos el amor y respeto por la imagen de la Virgen de Suyapa, fortaleciendo una tradición que perdura con el tiempo.

La devoción ha congregado a miles de personas de distintas zonas del país, quienes, cargados de fe, han llegado para rendir homenaje a la Virgen de Suyapa, considerada un símbolo de protección para los hondureños desde su hallazgo en 1747.

Flores y velas son algunas de las ofrendas con la que los feligreses demuestran su agradecimiento, es una muestra de su amor.