Con 32 estudiantes, la banda del Liceo Heiner Reyes promete un show este 15 de septiembre
La banda del Instituto Liceo Heiner Reyes Rosales está integrada por 32 talentosos estudiantes preparados con disciplina para brillar en los desfiles
- 03 de septiembre de 2025 a las 00:00
Durante cuatro meses de intensos ensayos, los jóvenes del Liceo Heiner Reyes han dedicado dos horas cada martes y viernes de 10:00 de la mañana a 12:00 del mediodía para afinar melodías y perfeccionar ritmos. Más detalles a continuación.
El recorrido realizado por EL HERALDO permitió conocer de cerca a estos muchachos, quienes sueñan con dejar huella en el corazón del público que se aglomera cada año en el bulevar Suyapa de Tegucigalpa para disfrutar de los desfiles.
El esfuerzo de la banda va más allá de la música. Cada ensayo está lleno de entusiasmo, energía y compañerismo, contagiando al público de un ambiente de alegría.
Este 15 de septiembre, en los 204 años de independencia patria, la agrupación promete deleitar al público con un repertorio variado que abarca desde géneros internacionales hasta lo más auténtico de la identidad hondureña.
Entre las canciones más esperadas está “Sopa de Caracol”, un himno musical de la reconocida Banda Blanca, que pondrá a bailar a los presentes con el contagioso ritmo de la punta.
El merengue también tendrá su espacio en el repertorio. Con toques caribeños y melodías alegres, los estudiantes buscan provocar sonrisas y aplausos de principio a fin.
La bachata, con su estilo romántico y cadencioso, será otra de las sorpresas que los jóvenes músicos preparan para los desfiles, mostrando la versatilidad de la banda.
Más allá de los instrumentos, los integrantes contagian al público con su dinamismo. Cada nota va acompañada de movimientos y coreografías que llenan de vida las calles capitalinas en la gran fiesta cívica.
Cada canción interpretada promete poner a más de algún espectador a bailar, así como a aplaudir por el derroche de talento.
Los estudiantes saben que el 15 de septiembre es un día especial. Por eso, cada ensayo se ha convertido en una oportunidad para perfeccionar los detalles y dar lo mejor frente a cientos de hondureños.
La disciplina es una de sus principales características. Ser parte de la banda no solo exige talento, sino también compromiso, puntualidad y un gran amor por la patria.
Cada tambor y lira se convierte en un puente de emociones. Los estudiantes no solo tocan música, pues también transmiten orgullo, tradición y la fuerza de la juventud hondureña.