"Solo tenía 8 años... abusaba de mí unas 5 o 7 veces al día": Testimonio de Anahí antes de ser hallada muerta
Su rostro angelical reflejaba dulzura desde pequeña, aunque con el tiempo comenzó a mostrar señales de dolor y soledad, tras sufrir abusos por parte de su hermano
- 04 de mayo de 2025 a las 00:00
Ella era Anahí Elizabeth Iglesias Gutiérrez, una pequeña que sufrió una aterradora infancia al lado de su hermano mayor, Osman Peña. Abusó de ella desde que era una pequeña, hasta que a sus 23 años denunció las atrocidades que él cometió. Hoy, su muerte deja en gran luto a muchos hondureños. Este fue el testimonio que ella dejó en vida.
Su madre era maestra y su padre doctor, ambos trabajaban casi todos los días y, para desgracia de Anahí, fue su hermano quien se quedó a cargo de ella. Fue entonces cuando iniciaron los abusos físicos, psicológicos y sexuales.
En su testimonio, la joven relató que desde sus 9 años comenzó a tener pesadillas nocturnas y gritos a mitad de la noche. "Me autolastimaba tirándome contra la pared, me jalaba el cabello hasta arrancarlo", contó. Todo eso fue parte del inicio de lo que vivió, pues rápidamente comenzaron los golpes e insultos.
Anahí relató que los abusos se daban casi todos los días, antes lo hacía solo en el día, pero luego comenzó a hacerlo en las noches cuando sus padres dormían en el cuarto de al lado. "Las violaciones fueron hasta 5 o 7 veces al día. Eso, más los golpes cuando yo ponía resistencia a no seguir una orden sexual que me daba. Incluso solo por quedarme paralizada (como normalmente me quedaba siempre)", recordó.
En ese entonces, en 2023, la joven contó que desde pequeña era una niña dulce, "era la mejor de la clase y me mantenía todos los años en excelencia académica", pero tiempo después su carácter cambió, pues "de un momento a otro mi maestra notó mi bajo rendimiento y se los informó a mis padres, quienes acudieron a un psicólogo".
Desde sus 10 años comenzó a tomar medicamentos y a los 12 comenzaron sus intentos de quitarse la vida. Aunque en muchas ocasiones ella daba alertas a sus padres, su hermano les decía que era un simple berrinche de ella. La tortura continuó hasta sus 15 años, cuando su madre encontró un libro donde ella escribió todo lo que su hermano le hizo cuando sus padres no estaban.
En ese entonces su madre le brindó apoyo, enfrentando a su hermano y corriéndolo de la casa, pero Anahí no se sentía lista para una denuncia, pues "no sabía cómo enfrentar que ella ya supiera lo que él me hacía, así que no denuncié", explicó en ese entonces. Años después se animó a presentar la denuncia, pero ya no contaba con el apoyo de su familia.
Anahí descubrió que su sobrina, hija de su hermano Osman, también pudo haber sido víctima de abusos por parte de él. Los dibujos "tenían rasgos de agresividad, violencia, miedo, ansiedad, estrés, desconfianza y, por último, el dibujo más aterrador: el que tenía tres piernas", indicó.
Ante la falta de apoyo, la joven tomó la decisión de presentar la denuncia sola, pero en reiteradas ocasiones tuvo una respuesta negativa. "La mayoría de ellos no me informaban y yo tenía que andar del tingo al tango averiguando", recordó, lamentando que incluso le dijeron que la demanda no procedía.
"Tuve que irme de casa, porque mi familia se volteó cuando lo detuvieron y se enteraron de la denuncia", comentó ella, agregando que estando en prisión él llamó para decirle que quitara la denuncia e incluso me mandó mensajes de amenaza. Tiempo después su familia llegaba a visitarlo e incluso apeló para que él quedara libre, y lo logró.
Después el hombre logró quedar en libertad, tras verse ella obligada a retirar la denuncia. Algunos usuarios en redes sociales comentaron que la joven siguió viviendo con su hermano durante varios años, recibiendo el desprecio de su familia.
Lamentablemente, a finales de abril de 2025, la joven fue hallada muerta y en estado de descomposición. Las versiones preliminares indican que pudo haber muerto de una sobredosis, pero no está claro, pues se conoce que su propia familia se habría negado a realizarle la autopsia. De momento no se sabe si quitó la vida o fue otra la causa de su deceso en su habitación en Sonaguera, departamento de Colón, en la zona norte de Honduras. Lo que sí es verdad es que tras su deceso ha vuelto a cobrar notoriedad el caso que ella denunció años atrás, pues se cree que tenía problemas de depresión por causa de los múltiples abusos.