Ingris, Yaritza y Yuli, policías asesinadas por sus parejas; dos de los asesinos eran agentes
Encontradas en su habitación y en un vehículo, los casos de estas tres policías siguen sin recibir justicia tras ser asesinadas por sus propias parejas; dos de ellos están prófugos y uno se quitó la vida
- 02 de agosto de 2025 a las 00:00
En tan solo ocho meses, tres policías fueron asesinadas a manos de sus parejas. Ingris y Yuli fueron encontradas sin vida en sus propias casas, mientras que Yaritza fue asesinada dentro de un vehículo. Aquí te ampliamos los detalles de todos estos casos.
Tres mujeres asesinadas se suman a la lista de casos impunes en Honduras. Hoy, a ocho meses transcurridos en 2025, recopilamos el caso de tres policías que habrían sido asesinadas por sus propias parejas. Ingris, Yaritza y Yuli, dos de ellas eran madres y la tercera era una estudiante con sueños por cumplir.
Ataques de celos y discusiones acaloradas son las hipótesis que se manejan en los tres casos. Hasta el momento, no se ha reportado la captura de los responsables, ya que dos se mantienen prófugos de la justicia y uno de ellos tomó la decisión de quitarse la vida tras cometer el crimen.
Lo cierto es que todas ellas dejaron un profundo dolor en sus familiares, quienes hasta la fecha continúan exigiendo justicia por sus muertes. El primer caso es el de la agente Ingris Liliana Rodríguez Calero, de tan solo 23 años.
Su caso se registró a inicios del año, exactamente el 29 de enero. Rodríguez Calero estaba asignada en el departamento de Dactiloscopia Forense en la Dirección Policial de Investigaciones (DPI), y era originaria del municipio de Teupasenti en El Paraíso. Fue hallada muerta en su apartamento en la colonia Kennedy de Tegucigalpa, en la capital del país.
Aunque inicialmente se manejó la posibilidad de suicidio, la autopsia reveló que murió por asfixia por estrangulamiento. Las investigaciones apuntan como responsable del crimen a su pareja sentimental, también miembro de la DPI, quien fue identificado como Kevin Josué Ochoa Reyes. El policía huyó hacia el sur del país y permanece prófugo.
Le sigue el caso de la agente Clase I, Arely Yaritza Matamoros Álvarez. Ella fue asesinada el 25 de junio en una calle solitaria de la aldea La Cuesta 1, en Comayagüela. Edwin Geovanny Torres Sanabria, su pareja sentimental, de unos 42 años, fue señalado como el principal sospechoso de su muerte.
Las investigaciones apuntan a un homicidio seguido de suicidio, luego de que se informará que Torres Sanabria habría disparado contra Matamoros en el asiento trasero de un vehículo y luego se quitó la vida con un tiro en la cabeza. Su cuerpo también quedó dentro del carro.
Su caso fue calificado como violencia íntima letal, marcado por celopatía patológica, dependencia emocional extrema y control obsesivo. Matamoros era madre de cuatro hijos y reconocida por su compromiso profesional.
Finalmente, y el más reciente, Yuli Yohana Solórzano Flores, de 37 años y con rango de Clase I, quien era madre. Fue hallada sin vida el 28 de julio dentro de su vivienda en la colonia Villa Los Laureles, Comayagüela, tras una fuerte discusión con su pareja sentimental.
Vecinos relataron que cerca de las 4:30 p.m. se escucharon gritos y una detonación. Al ingresar al hogar, las autoridades hallaron su cuerpo boca arriba, sobre la cama, con heridas en el cuello y la cabeza que aparentemente fueron causadas con un arma blanca que fueron encontradas en la casa.
El principal sospechoso del crimen es su pareja sentimental, Luis Gustavo Rivera Alvarado, de 24 años y originario de Catacamas, Olancho. Se ha ofrecido una recompensa de 300,000 lempiras para quien brinde información sobre su paradero.