Así era Francisco Lagos, el copiloto que perdió la vida junto a la mayoría de su tripulación en Roatán
Según se conoció, el joven piloto acababa de regresar de un viaje en el extanjero y se sumó a sus funciones sobrevolando los cielos el mismo día en el que perdió la vida
- 18 de marzo de 2025 a las 06:43

Jovial, servicial, un buen hijo y un joven soñador que trabajó duro para convertirse en piloto, son solo algunos de los calificativos que describen a Francisco Lagos, según sus allegados, quienes se encuentran consternados tras saber que su nombre estaba en la lista de personas fallecidas en el accidente aéreo ocurrido en la isla de Roatán.

Francisco Lagos fungía como copiloto del vuelo JetStream-32 con matrícula HR-AYW de la Línea Aérea Nacional de Honduras S.A. de C.V. (Lanhsa), junto al piloto Luis Araya.

El avión despegó del Aeropuerto Juan Manuel Gálvez, en la isla de Roatán, departamento de Islas de la Bahía, en la zona insular de Honduras, a eso de las 6:18 de la tarde del lunes 17 de marzo de 2025.

Estaba planificado que fuera un vuelo tranquilo, como muchos otros, con una duración estimada de 15 o 20 minutos hasta el vecino municipio de La Ceiba, en el departamento de Atlántida, en el mismo país centroamericano.

Lamentablemente, según relatos de testigos, el avión no se mantuvo ni un minuto en el aire, pues segundos después de despegar, cayó al mar. Cabe destacar que la pista se encuentra al lado del mar Caribe.

La tripulación estaba compuesta por 17 personas, incluyendo a los dos pilotos. Lamentablemente, tras las labores de búsqueda y rescate, solo cinco sobrevivieron.

Francisco Lagos fue confirmado como fallecido por la doctora Ruth Cacho, directora del Hospital de Roatán.

Su deceso, al igual que el del resto de personas que viajaban en el avión, ha causado conmoción y tristeza en el país, pero principalmente a sus allegados, quienes lo describieron en redes sociales con mucha admiración y cariño.

Según se conoció, el joven hondureño acababa de regresar de un viaje, pues horas antes había publicado en su cuenta de Instagram videos alusivos a su regreso desde Colombia. Lamentablemente, nadie imaginó que al volver a su país y ponerse su uniforme de piloto para surcar los cielos, perdería la vida.

Sus redes sociales dan fe de lo mucho que amaba ser piloto. Siempre se le vio con una sonrisa, disfrutando de su vida en las alturas y fotografiándose en las cabinas de los aviones, lugar que él llamaba “mi oficina”.

Como “un hijo admirable con su familia, amigos, (y alguien que) logró muchas metas en vida por su esfuerzo, dedicación a lo que le gustaba”, lo describió una amiga cercana de su madre.

“Siempre recordaré a Fran Lagos, cuando llegué a la reunión de Emergentes a las 6 p.m. él fue uno de los primeros amigos que se me acercó para incluirme en el grupo porque tenía pena... y fue así que pude buscar más de Dios y servir en la iglesia juntos. Nunca olvidaré eso. Hasta pronto, hermano”, escribió en Facebook otro joven.

“Fran, cuya reputación de esfuerzo, disciplina y perseverancia lo precedió hasta Canadá, supo luchar con determinación para alcanzar su sueño de ser piloto. Hoy nos duele despedirlo, pero siempre lo recordaremos con admiración y cariño”, expresó una familiar. Amigos y familiares recordaron cómo, desde aproximadamente 2011, el joven aspiraba convertirse en piloto hasta que lo logró con buen rendimiento en sus estudios.

Tras su muerte, sus padres y hermana se encuentran destrozados y un país entero llora la tragedia que segó su vida siendo tan joven. Entre los 12 muertos en el accidente también se encuentra el cantautor hondureño de origen garífuna Aurelio Martínez Suazo.