Brayan era líder de alabanza y padre de un bebé de dos meses: lo asesinaron para robarle su moto
Hermanos en Cristo y familiares le dieron el último adiós a Brayan Hernández, un joven entregado a la iglesia y padre de un bebé de dos meses, asesinado para robarle su motocicleta
- 29 de junio de 2025 a las 15:47

Brayan Fabricio Hernández Amador, un joven líder cristiano de 37 años, murió tras ser atacado por delincuentes que le robaron su motocicleta en la colonia El Pedregalito de Comayagüela.

Aunque fue trasladado con vida al Hospital Escuela Universitario, horas después falleció debido a los múltiples impactos de bala que recibió.

El hecho ocurrió cuando Brayan se dirigía por ese sector de la capital en su motocicleta. Según testigos, fue interceptado por sujetos armados que, tras despojarlo del vehículo, le dispararon a quemarropa, dejándolo gravemente herido en la vía pública.

La víctima fue auxiliada por personas del lugar y llevada de emergencia al principal centro asistencial del país. Sin embargo, pese a los esfuerzos médicos, se confirmó su deceso en horas de la noche.

Su trágica muerte ha dejado dolor entre familiares, amigos y la comunidad evangélica a la que pertenecía.

Brayan era director del grupo de alabanzas de la Iglesia Cordero de Dios, ubicada en la colonia El Sitio de Tegucigalpa. Era ampliamente reconocido por su entrega a Dios y su liderazgo espiritual dentro de la congregación.

Además de su servicio religioso, era técnico en electricidad, estudiante universitario y padre de un bebé de apenas dos meses. Quienes lo conocieron lo describen como un hombre tranquilo, dedicado a su familia y comprometido con su fe.

En el sepelio, que tuvo lugar en el cementerio de la aldea El Chimbo, en el municipio de Santa Lucía, decenas de personas acompañaron a la familia. Con cantos cristianos y muestras de fe, los restos de Brayan fueron despedidos en un ambiente de profunda tristeza.

Con cantos cristianos y muestras de fe, los allegados al joven también dijeron tener esperanza de que su alma descanse en un mejor lugar.

Las autoridades aún no han capturado a los responsables del crimen, aunque aseguran estar realizando las investigaciones correspondientes. La familia clama por justicia y por acciones que frenen la inseguridad que golpea a diario a los ciudadanos hondureños.