Río de Janeiro cuenta más de un centenar de muertos en su operación más sangrienta
Los habitantes de Río de Janeiro recuperaron decenas de muertos tras la megaoperación policial lanzada en la víspera contra el Comando Vermelho, una de las mayores bandas de narcotraficantes de Brasil
- 29 de octubre de 2025 a las 14:14
El balance de fallecidos llega a 132, según cifras de la Defensoría Pública, tras la megaoperación policial lanzada en la víspera contra el Comando Vermelho, una de las mayores bandas de narcotraficantes de Brasil
Entre los fallecidos hay cuatro policías y el resto, según las autoridades, son sospechosos de integrar la banda armada que presentaron resistencia.
La operación se desarrolló el martes en los conjuntos de favelas de Penha y Alemão, una zona empobrecida en la que viven 200.000 personas, y los enfrentamientos se extendieron a una zona boscosa en los cerros que bordean estas barriadas.
Esos bosques amanecieron este miércoles plagados de cadáveres tiroteados.
Los habitantes de la favela se movilizaron para buscar a sus familiares y, sin ayuda de las autoridades, se internaron en el bosque de madrugada para recuperar los cuerpos con camillas improvisadas.
Los cuerpos fueron depositados a primera hora de la mañana en una hilera de al menos 50 personas, tendidas lado a lado, en la plaza São Lucas, en Penha, a la vista de los familiares, curiosos y unos pocos periodistas.
Los furgones del servicio forense se fueron llevando los fallecidos poco a poco.
Rayune Diaz Ferreira, una de las habitantes de la comunidad, está en la búsqueda de su primo, e indignada por una operación policial sin precedentes.
"El Estado nos abandonó hace mucho tiempo y nos ha abandonado de nuevo. En esta masacre somos los residentes quienes cargamos con los cuerpos. Dejaron los cuerpos allí, en el bosque, y los residentes pasaron toda la noche, sin dormir ni comer, buscando y cargando cadáveres sin cesar", dijo a EFE.
La Oficina de la ONU para los Derechos Humanos dijo sentirse "horrorizada" por la operación. El alto comisionado Volker Türk urgió a que se conduzcan investigaciones sobre las muertes y recordó a las autoridades brasileñas "sus obligaciones ante el derecho internacional".
No obstante, el gobernador del estado de Río de Janeiro, Cláudio Castro, responsable político de la intervención, dijo que fue un "éxito".
Esa visión tuvo el respaldo de toda la cúpula policial de Río, que ofreció detalles de la operación, planificada desde hace un año y que, según relataron, pretendía llevar a prisión a 180 supuestos narcotraficantes.
Curi afirmó que la acción fue "legítima" y arremetió contra las organizaciones y políticos que la han cuestionado, tildándolos de "narcoactivistas".
De forma casi simultánea, el ministro de Justicia de Brasil, Ricardo Lewandowski, cuestionó la legalidad de la operación antes de embarcar en un vuelo a Río de Janeiro, donde tiene previsto abordar la situación con las autoridades locales.
Lewandowski dijo que el presidente Luiz Inácio Lula da Silva se quedó "aterrado" por el número de muertes y "sorprendido" por no haber recibido aviso previo de la operación por parte de las autoridades regionales de Río de Janeiro.