Restos de Mengele, el Ángel de la Muerte, yacen olvidados en Brasil tras 80 años
En un instituto médico en Sao Paulo están los restos de Josef Mengele, el temido médico nazi de Auschwitz, olvidado tras 80 años de la caída del Tercer Reich
- 06 de mayo de 2025 a las 00:00
Los restos óseos del infame doctor nazi Josef Mengele, más conocido como el Ángel de la Muerte de Auschwitz, se encuentran en una caja del plástico del Instituto Médico Legal de Sao Paulo, en Brasil, al igual que los restos de los criminales más notorios del Tercer Reich (régimen nazi en Alemania entre 1933 y 1945.
Josef Mengele tuvo una vida oculta en Brasil que duró alrededor de dos décadas tras escapar de la justicia.
El 80 aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial ha puesto en el centro de atención la figura de Mengele, cuyo legado de horror aún genera interrogantes y debates.
Los restos, que yacen en una "estantería reservada" del instituto, están embalados individualmente y etiquetados con un número, sin que exista un destino claro para ellos.
La policía y las autoridades brasileñas aseguran que sus restos permanecen en custodia porque no fueron reclamados por familiares, y la ley impide su disposición sin un proceso judicial.
La comunidad judía local ha manifestado que no tiene interés en remover los restos, argumentando que es mejor olvidar para evitar la idolatría o la veneración indebida.
Ricardo Berkiensztat, presidente de la Federación Israelí del Estado de Sao Paulo, expresó que "cuanto más se olvide este tema, mejor", reflejando una postura de cautela y respeto.
Mengele logró vivir en Brasil bajo varias identidades falsas, como Helmut Gregor y Wolfgang Gerhard, tras 18 años de esconderse tras la caída de la Alemania nazi.
En Brasil, llevó una vida aparentemente normal: administraba fincas, leía, paseaba a sus perros y compartía con un círculo de amigos que lo encubrió durante años.
La periodista Betina Anton, autora del libro "Baviera Tropical", documenta minuciosamente esa etapa, basada en cartas, entrevistas y documentos oficiales, premiada con el Premio Jabuti 2024.
Anton revela que una de sus profesoras de infancia fue una de las personas que ayudó a encubrir a Mengele, un dato que ella misma encontró fascinante y revelador.
La autora señala que Mengele mostraba un extraño olvido de su pasado nazi, y que en su vida cotidiana evitaba hablar de Auschwitz, pese a su historia de atrocidades.
En Auschwitz, Mengele realizó experimentos terribles, como estudiar la supervivencia de recién nacidos sin alimentación, y coleccionó fetos humanos y gemelos para sus pruebas macabras.
Tras la derrota alemana, huyó primero a Génova, luego a Argentina, Paraguay y finalmente Brasil, donde murió en 1979. Su muerte no fue confirmada hasta años después, tras una operación forense internacional.