¿Quién es Sheikh Hasina, la exprimera ministra de Bangladés condenada a muerte?
Hasina, conocida también como "dama de hierro", y con un fuerte poder en la política, pasó del poder a la pena de muerte; huyó del país hacia India
- 17 de noviembre de 2025 a las 14:21
El Tribunal Internacional de Crímenes de Bangladés (ICT, por sus siglas en inglés) condenó este lunes a pena de muerte a la ex primera ministra Sheikh Hasina por considerarla culpable de crímenes de lesa humanidad durante la represión de las protestas de 2024, que culminaron con su dimisión e huida a la India.
La que fue la figura más poderosa del país durante más de una década se enfrenta ahora a un escenario político y jurídico marcado por la incertidumbre, sin precedentes en la historia de Bangladés.
Sheikh Hasina Wazed nació el 28 de septiembre de 1947, es líder de la Liga Awami. Estuvo por más de 20 años en el poder.
Hasina, ganó sus primeras elecciones generales en 1996 tras llegar a la primera línea política gracias en parte al prestigio de ser la heredera de su padre, Sheikh Mujibur Rahman, la figura central en la guerra con Pakistán que condujo a la independencia de Bangladés en 1971.
Rahman, su padre, fue asesinado en 1975 durante un golpe de Estado, y Hasina comenzó a tejer sus redes de seguidores desde el exilio en Nueva Delhi. A su regreso a Bangladesh en 1981, la actual primera ministra fue nombrada presidenta de la Liga Awami, un puesto que todavía ocupa.
En agosto de 2024 se vio obligada a dimitir tras un levantamiento encabezado por estudiantes y jóvenes que denunciaban abusos de las fuerzas de seguridad, corrupción y represión política.
Las manifestaciones comenzaron de forma pacífica, pero pronto fueron duramente reprimidas por las fuerzas de seguridad bajo su mando, lo que precipitó su dimisión el 5 de agosto del año pasado y su posterior huida a la India, donde permanece desde entonces.
Hasina ha sido acusada de crímenes de lesa humanidad durante la represión de las protestas de 2024, incluyendo la organización de asesinatos masivos de manifestantes, el uso de fuerza letal desde tierra y aire, el asesinato de personas concretas y la coordinación de persecuciones en distintas zonas.
Algunos partidarios de Hasina la elogian por impulsar un crecimiento económico notable en Bangladés, sacando a millones de personas de la pobreza y mejorando indicadores sociales.
Pese a todo esto, su gobierno enfrentó crecientes acusaciones de autoritarismo, represión de la disidencia, y la celebración de elecciones no libres ni justas.
Las acusaciones contra Hasina son: cadena perpetua tras ser hallada culpable de incitación, orden de asesinatos e inacción para prevenir las atrocidades y no tomar medidas contra los responsables. En la segunda acusación, se le consideró responsable de crímenes de lesa humanidad por ordenar ataques con drones, helicópteros y armas letales, por lo que recibió la pena de muerte.
El futuro de Sheikh Hasina pasa por una palabra: extradición. Y en ese proceso la India tiene un papel clave, ya que es el país donde la exmandataria permanece exiliada desde agosto de 2024 y el único que puede decidir si será entregada o no a la justicia bangladesí.