¿Cuáles fueron las últimas palabras en público del papa Francisco antes de morir?
En la misa pascual del Domingo de Resurrección, el papa Francisco abogó por cesar la violencia en el mundo, la libertad y recordó la resurrección de Cristo
- 21 de abril de 2025 a las 09:24

El papa Francisco falleció en la mañana de este lunes, un día después de haber hablado por última vez en público, ¿cuáles fueron sus últimas palabras? Conózcalas a continuación.

Ayer 20 de abril, Domingo de Resurrección, se congregaron miles de feligreses católicos en la plaza de San Pedro para escuchar la misa de Pascuas.

En la eucaristía, estuvo presente el papa Francisco para dar la bendición urbi et orbi (bendición papal dirigida a Roma y al resto del mundo).

En su última bendición urbi et orbi en la misa pascual del Domingo de Resurrección, Francisco enfatizó que “No puede haber paz sin libertad de religión, libertad de pensamiento, libertad de expresión y respeto por las opiniones de los demás”.

A su vez, indicó que "la paz tampoco es posible sin un verdadero desarme. La exigencia que cada pueblo tiene de proveer a su propia defensa no puede transformarse en una carrera general al rearme".

"El amor venció al odio. La luz venció a las tinieblas. La verdad venció a la mentira. El perdón venció a la venganza. El mal no ha desaparecido de nuestra historia, permanecerá hasta el final, pero ya no tiene dominio, ya no tiene poder sobre quien acoge la gracia de este día", dijo también Francisco.

También se pronunció sobre la resurrección de Jesucristo. "¡Cristo ha resucitado! En este anuncio está contenido todo el sentido de nuestra existencia, que no está hecha para la muerte sino para la vida. ¡La Pascua es la fiesta de la vida! ¡Dios nos ha creado para la vida y quiere que la humanidad resucite! A sus ojos toda vida es preciosa, tanto la del niño en el vientre de su madre, como la del anciano o la del enfermo, considerados en un número creciente de países como personas a descartar", mencionó.

Por otro lado, lamentó la violencia que azota al mundo indiscriminadamente. "Cuánto desprecio se tiene a veces hacia los más débiles, los marginados y los migrantes". A su vez, se refirió al conflicto palestino-israelí, el cual diariamente deja bombardeos, heridos y muertos.

"Apelo a las partes beligerantes: que cese el fuego, que se liberen los rehenes y se preste ayuda a la gente, que tiene hambre y que aspira a un futuro de paz", externó, llamando también a orar por los cristianos en el Líbano y Siria.

Francisco también pidió paz a Jesucristo para aquella naciones de África sumergidas en conflictos y en las que no hay libertad de culto.

"Que Cristo resucitado, nuestra esperanza, conceda paz y consuelo a los pueblos africanos víctimas de agresiones y conflictos, sobre todo en la República Democrática del Congo, en Sudán y Sudán del Sur, y sostenga a cuantos sufren a causa de las tensiones en el Sahel, en el Cuerno de África y en la Región de los Grandes Lagos, como también a los cristianos que en muchos lugares no pueden profesar libremente su fe", manifestó.

También habló sobre las dificultades que enfrenta Birmania entre conflictos armados y el terremoto de magnitud 7.7 que dejó más de 1,600 muertos. "Recemos por las víctimas y por sus seres queridos, y agradezcamos de corazón a todos los generosos voluntarios que están realizando actividades de socorro. El anuncio del alto el fuego por parte de los actores implicados en ese país es un signo de esperanza para todo Myanmar", acotó.

Francisco hizo un enérgico llamado a quienes tienen responsabilidades políticas a "o ceder a la lógica del miedo que aísla, sino a usar los recursos disponibles para ayudar a los necesitados, combatir el hambre y promover iniciativas que impulsen el desarrollo. Estas son las ´armas´ de la paz: las que construyen el futuro, en lugar de sembrar muerte".

"Que nunca se debilite el principio de humanidad como eje de nuestro actuar cotidiano. Ante la crueldad de los conflictos que afectan a civiles desarmados, atacando escuelas, hospitales y operadores humanitarios, no podemos permitirnos olvidar que lo que está en la mira no es un mero objetivo, sino personas con un alma y una dignidad. Y que en este Año jubilar, la Pascua sea también ocasión propicia para liberar a los prisioneros de guerra y a los presos políticos", declaró.