Migrantes en frontera norte y sur de México celebran Navidad en medio de la incertidumbre
Lejos de sus familias, migrantes en las fronteras de México pasan la Navidad entre albergues, esperanza y la espera de una oportunidad para avanzar. Aquí los testimonios
- Actualizado: 26 de diciembre de 2025 a las 16:19
Migrantes en la frontera norte y sur de México celebran la Navidad en medio de la incertidumbre y la nostalgia por estar lejos de casa y por no hallar en México un lugar donde puedan establecerse, pero tampoco tienen esperanza de llegar a Estados Unidos, tras las medidas migratorias de Donald Trump.
En la región fronteriza de Ciudad Juárez y El Paso, Texas, cientos de migrantes que permanecen en albergues o sin un lugar fijo para vivir pasan las fiestas decembrinas lejos de sus hogares, marcados por la incertidumbre migratoria, la falta de empleo y la separación familiar.
En Ciudad Juárez, albergues como el comedor Pan de Vida han comenzado a recibir nuevamente a migrantes que intentaron salir de estos espacios para rentar vivienda o buscar trabajo, pero que ante la falta de documentos y oportunidades laborales han regresado.
“Es una situación muy triste para todos los migrantes que están ahorita en calle, y sobre todo los que están siendo deportados”, explicó Ismael Martínez, representante del albergue.
La temporada decembrina también intensifica la carga emocional ya que "no hay para comprar los regalos para los niños en Navidad, juguetes o ropa, es muy dura la situación para ellos”, dijo Martínez.
Entre quienes viven esta realidad está Lida Reyes, migrante hondureña que permanece en un albergue en Juárez con tres de sus hijos. Reyes explicó que su plan original era cruzar a Estados Unidos, pero no fue posible y recordó cómo celebraban la Navidad en Honduras. "Cenamos pollo y pierna de cerdo al horno y la diversión de los niños son los cohetes (pirotecnia)".
En la frontera México-Guatemala cientos de migrantes también enfrentan la Navidad y las fechas decembrinas en las calles, en albergues, o en las llamadas cuarterías, donde rentan cuartos, alejados de sus familias.
Otra historia es la de María del Refugio Hernández Morales, migrante originaria de Torreón, madre soltera que llegó a la frontera con sus tres hijos y ahora pasa la Navidad en un albergue, "es muy difícil pasar la Navidad así, porque las familias siempre están unidas".
La Coordinadora del Servicio Jesuita a Refugiados (SJR), en Tapachula, América Pérez, habló con EFE y dijo que son fechas emotivas para las personas en movilidad, donde recuerdan a la familia, que están lejos de casa y han dejado su país de origen, a la espera de tramites, empleos e incluso viviendo en albergues y o en situación de calle.
En ambos lados de la frontera mexicana, los migrantes viven una Navidad distinta, lejos de sus países y de sus familias, aferrados a la esperanza de estabilidad, trabajo y un futuro mejor para sus hijos pero en medio de la incertidumbre.