Mariann Budde, obispa que incomodó a Trump, tuvo su paso por Honduras
Mariann Budde, conocida por su valentía, criticó a Trump por su liderazgo divisivo y defendió los derechos de los migrantes en un poderoso sermón
- 25 de enero de 2025 a las 00:58

Mariann Edgar Budde, obispa de Washington y conocida por su desafío al presidente estadounidense Donald Trump, compartió en una entrevista con la cadena Univisión detalles de su vida en Honduras, donde residió durante varios años.

Fue en ese país centroamericano donde Budde no solo aprendió el idioma español, sino que también tuvo la oportunidad de conocer de cerca la difícil realidad que enfrentan los migrantes.

Su experiencia en Honduras fue fundamental para sensibilizarla sobre la situación de las personas desplazadas.

“En el nombre de Dios, le pido que se apiade de la gente de nuestro país que ahora tiene miedo”, clamó Budde, arrebatándole el protagonismo a Trump en su segundo día de mandato.

La obispa, a quien algunos medios han denominado “la obispa valiente”, no dudó en dirigirse al presidente de Estados Unidos para pedirle clemencia por los migrantes y la comunidad LGTBIQ+, grupos que, según Budde, “temen por sus vidas” ante las políticas del nuevo gobierno.

En su emotiva homilía, resaltó la vulnerabilidad de los niños transexuales, presentes tanto en familias republicanas como demócratas, y enfatizó la importancia de proteger a quienes realizan trabajos esenciales, como los agricultores y empleados de limpieza.

Budde también aprovechó la ocasión para subrayar que, “puede que no sean ciudadanos o no tengan la documentación adecuada, pero la inmensa mayoría de los inmigrantes no son delincuentes, pagan impuestos y son buenos vecinos”.

La obispa no se limitó a hacer un llamado a la compasión, sino que también criticó duramente a Trump, por lo que consideró un liderazgo divisivo.

“Necesitamos un presidente que pueda unificar y curar, y ha hecho todo lo contrario”, expresó Budde, dejando claro su desacuerdo con las políticas del mandatario estadounidense.

Esto causó rostros de descontento entre Trump, su familia y sus correligionarios. Después, el reelecto presidente de Estados Unidos dijo que no creía que el impartido por la obispa haya sido un buen servicio y que “podrían hacerlo mucho mejor”. Más tarde, en una publicación nocturna en su sitio de redes sociales, criticó duramente a la “llamada obispa” como una “izquierdista radical de línea dura que odia a Trump”.

Cabe recordar que este no fue el primer enfrentamiento público de Budde con Trump. En 2020, la obispa condenó al presidente por posar con una Biblia frente a la Iglesia de San Juan, en medio de las protestas por el asesinato de George Floyd.

En esa ocasión, Budde acusó a Trump de utilizar la fe de manera simbólica para fines políticos, sin tener en cuenta el mensaje cristiano de justicia y compasión.

La repercusión de su sermón en fue inmediata. Mientras los medios de comunicación compartían sus palabras, la Iglesia Episcopal reiteró su postura a favor de los migrantes, recordando que la fe cristiana está profundamente vinculada a historias de exilio y búsqueda de refugio.

“Como creyentes, debemos estar del lado de quienes huyen de la opresión”, enfatizó Budde, dejando claro que su lucha por los derechos humanos y la justicia social va más allá de las fronteras políticas.