“Los 4 de Guayaquil”: menores fueron capturados por militares y hallados muertos
Los niños fueron buscados por varios días, luego de que no regresaran a casa tras ir a jugar un partido de fútbol muy cerca de donde vivían
- 03 de enero de 2025 a las 17:53

Un comando conformado por más de 10 militares capturó a cuatro menores de edad que disfrutaban de un partido de fútbol, ese solo fue el inicio del escabroso caso de “los 4 de Guayaquil”, un crimen que ha generado consternación y repudio.

El 8 de diciembre, los hermanos Ismael y Josué Arroyo, de 15 y 14 años, respectivamente, salieron de su casa para ir a jugar pelota en el sector Las Malvinas, en Guayaquil, Ecuador.

Junto a ellos también estaban otros menores, entre ellos Nehemías Arboleda, de 15 años.

Y también Steven Medina, de apenas 11 años de edad. Los menores no regresaron a sus hogares esa noche y comenzó una fuerte búsqueda para encontrarlos.

Imágenes captadas por una cámara de seguridad mostraron que los menores fueron aprehendidos por un comando militar, en el marco de un estado de excepción que permanece vigente en Ecuador desde el año pasado y que busca contrarrestar la delincuencia. Durante la detención se les colocó en la paila de un vehículo tipo pick-up y se los llevaron con rumbo desconocido.

Las investigaciones hacia los uniformados de la zona comenzaron, mientras los familiares de los cuatro jóvenes, sus amigos, vecinos y hasta la población en general salía a las calles en exigencia de que fuesen devueltos sanos y salvos.

Los padres de los menores aseguraban que nadie se había comunicado con ellos para exigir un rescate, por lo que entre las hipótesis no estaba ningún secuestro. Las familias alegaban que los niños eran simples apasionados por el fútbol, con lo cual no le hacían daño a nadie. Además, reprochaban la detención ilegal de la que fueron víctimas.

Como la desaparición ocurrió en la víspera de la Navidad, los padres de Steven, de 11 años, incluso mostraron la ropa que le habían comprado a su pequeño para que estrenara en estas fiestas de fin de año. Además, le compraron un balón de fútbol, pues estaban seguros de que le encantaría; ahora solo esperaban que apareciera con bien para poder entregarle sus obsequios.

Lamentablemente, eso nunca pasó, pues días después, las autoridades encontraron cuatro cuerpos en avanzado estado de descomposición, con signos de tortura y de haber sido quemados, por lo que aunque fue difícil identificarlos, se creía que podían pertenecer a los niños desaparecidos.

Fue hasta el 31 de diciembre, justo horas antes de que las familias ecuatorianas dieran la bienvenida al Año Nuevo, que se confirmó que se trataba de los hermanos Arroyo y de sus amigos, es decir, se confirmaba que fueron asesinados y torturados.

Esta noticia devastó a los ecuatorianos, quienes bautizaron el caso como “los 4 de Guayaquil”, ante la indignación por los hechos, pues no podían entender cómo los militares se ensañaron de esa manera con los cuatro menores de edad.

Los pequeños fueron entregados en la morgue a sus familiares, quienes iniciaron el 2025 sepultándolos y llorando amargamente.

Ahora, la Fiscalía de Ecuador ha pedido prisión preventiva para 16 militares presuntamente implicados en la desaparición de cuatro menores, cuyos nombres se desconocen y cuyas motivaciones para llevar a cabo el horrendo acto, también son un misterio.