Igual a la de Bukele, Ecuador construye cárcel en inhóspito paraje de la costa
Contra la voluntad de los vecinos del lugar, Noboa construye la cárcel en una zona con 75 especies de aves y vegetación endémica, tierra reclamada por pueblos indígenas.
- 04 de febrero de 2025 a las 10:08

Comparada con Cecot, el modelo carcelario de Nayib Bukele en El Salvador, una prisión de máxima seguridad se levanta en un inhóspito paraje de la costa de Ecuador frente al rechazo de una comunidad local y como símbolo de la “mano dura” que quiere imponer al crimen organizado el presidente, Daniel Noboa, quien busca su reelección en las elecciones de este domingo. A continuación detalles de la megaobra.

La prisión será llamada como la ‘Cárcel del Encuentro’, en referencia al lema usado por la Administración del expresidente Guillermo Lasso (2021-2023), al que reemplazó Noboa, es una de las dos que el mandatario pretende construir para hacer frente a la crisis penitenciaria que vive el país, donde entre 2021 y 2024 fueron asesinados más de 500 reclusos.

La construcción está a cargo de una empresa subsidiaria de un grupo español y la estatal China Road and Bridge Corporation, y tiene un presupuesto de 52 millones de dólares.

La “cárcel del encuentro” se prevé que albergue a unos 800 reos, y al estar aislada se prevé que reciba a los líderes de las bandas criminales ecuatorianas que hasta la llegada al poder de Noboa controlaban las prisiones antiguas, donde contaban con todo tipo de comodidades como internet de alta velocidad y televisores.

El proyecto se encuentra en una zona rural entre las comunidades de Bajada de Chanduy y Juntas del Pacífico, en la provincia costera de Santa Elena, y al comenzar la obra el Gobierno anunció que estaría lista en 300 días.

Este proyecto no es visto con buenos ojos por los habitantes de las comunidades vecinas, quienes en diciembre solicitaron a la Justicia suspender la obra. Adicionalmente, el pasado 25 de diciembre un grupo de hombres armados ingresó a la zona y perpetró un atentado calificado por el Gobierno como “terrorista” que dejó un muerto. El incidente llevó a paralizar la construcción.

Ellos reclaman que el terreno de 16,2 hectáreas donde se levanta la cárcel pertenece a sus ancestros desde “tiempos inmemoriales”, por lo que buscan que se proteja el derecho a la consulta previa, libre e informada, un recurso que se aplica a los proyectos que se realizan en territorios indígenas para obtener el consentimiento y aceptación de sus integrantes.

La prisión se construye en un ecosistema de bosque seco tropical, donde hay alrededor de 75 especies de aves y vegetación endémica.

El Ministerio de Ambiente dijo en julio pasado que la zona no pertenece al Sistema Nacional de Áreas Protegidas ni al patrimonio forestal nacional.

Otra de sus preocupaciones es la inseguridad, pues Cabrera afirmó que, desde que empezó la construcción, surgieron delitos como la extorsión y el secuestro y empezaron a recibir visitas de “personas extrañas” que querían comprar sus terrenos.

Noboa dijo que el proyecto sigue en pie y que se prevé que “la primera parte importante” esté lista en el tercer trimestre de este año, aseguró que servirá para la “reestructuración total del sistema penitenciario”.

“Debemos de descongestionar y desarticular donde se concentra el problema, que es en la Penitenciaría del Litoral (la cárcel más grande y peligrosa del país). Solo ahí hay más de 8.000 personas”, dijo el gobernante, quien aseguró que han conversado sobre este plan con la Unión Europea y con Estados Unidos.