¿Hermanos Menéndez perdieron un aliado? Su audiencia se aplazó hasta enero de 2025
Los hermanos fueron hallados culpables en un segundo juicio del asesinato de Kitty y José Menéndez en su casa de Beverly Hills el 20 de agosto de 1989
- 27 de noviembre de 2024 a las 00:00
Los hermanos Erik y Lyle Menéndez, condenados a cadena perpetua en 1996 por el asesinato de sus padres, deberán esperar hasta finales de enero para conocer si su petición de obtener una nueva sentencia es aprobada.
¿Perdieron un aliado? George Gascón, fiscal del distrito del condado de Los Ángeles, había hecho la petición ante la Corte de que los hermanos Menéndez sean sentenciados nuevamente por el asesinato de sus padres.
“En el caso de ellos, absolutamente cometieron un asesinato horrible, pero llevan 35 años en la cárcel. Su conducta ha sido excepcional. Los dos se han casado, ya uno tiene una niña de 15 años y basado en su conducta, basado en lo que la mayoría de la familia quería que es que los dejaran salir, creo que era apropiado presentar esto a la Corte y que tome una decisión”, manifestó Gascón. Sin embargo, perdió su reelección en noviembre y ahora está fuera del caso.
Un juez pospuso la audiencia para el 30 de enero de 2025 en una vista ocurrida este lunes en la corte de Van Nuys, en el condado de Los Ángeles, en la que los hermanos comparecieron por audio y varios de sus familiares dieron sus testimonios.
“El juez ha fijado ahora el 30 y el 31 de enero como días para una audiencia plenaria o de Folsom sobre la nueva sentencia”, dijo a la prensa uno de los abogados de los hermanos, Mark Geragos, ante los medios de comunicación.
La sesión del pasado lunes buscaba valorar la posibilidad de escribir una nueva sentencia para Lyle y Erik que allanase el camino a la libertad tras el hallazgo de pruebas que apuntan a que ambos pudieron haber sido víctimas de abuso sexual infantil por parte de su padre, José Menéndez.
El juez Michael Jesic precisó que necesitaba más tiempo para valorar el caso y que el cambio de fiscal de distrito del condado de Los Ángeles tras las elecciones del pasado 5 de noviembre habían influido en la decisión de prorrogar la vista.
Al juzgado acudieron familiares, periodistas y 16 personas que fueron seleccionadas a través de una lotería en la que alrededor de 70 asistentes se jugaron una entrada con la intención de enterarse del caso y poder ver las caras de Lyle y Erik tras más de tres décadas en prisión.
Los que quedaron fuera, como Nick Bonanno, un compañero de escuela de Erik quien llegó a las 04:00 hora local con la intención de recibir uno de los boletos, esperaban con ilusión que los hermanos obtuvieran una fecha de libertad fijada.
“Es momento de sanar. Siempre he mantenido que son inocentes, me sorprende que esto haya tomado tanto” tiempo, dijo Bonanno, quien guarda en su cartera una foto del menor de los hermanos.
En la primera comparecencia pública de los hermanos en 28 años, los asistentes iban a poder ver los rostros de Lyle y Erik, de 53 y 56 años respectivamente, pero la videoconferencia que lo iba a hacer posible no se pudo realizar, aunque sí pudieron escuchar sus voces.
Las mociones presentadas antes de la nueva vista serán recibidas hasta el 17 de enero, y se prevé que la audiencia pactada para el 30 de enero se extienda hasta el 31.