Guatemala rescata a 160 niños de la secta Lev Tahor por abuso y trata
El operativo fue motivado por denuncias de abuso sexual, maltrato y trata de personas, presentadas por menores que lograron escapar
- 27 de diciembre de 2024 a las 00:00
Las autoridades guatemaltecas han rescatado a 160 niños de la secta judía ultraortodoxa Lev Tahor, en un operativo realizado en el asentamiento del grupo en la localidad de Oratorio, Santa Rosa. Este operativo se llevó a cabo tras las denuncias de cuatro menores que escaparon del lugar, alegando abuso sexual, maltrato y explotación.
El Ministerio Público justificó la intervención al sospechar delitos de trata de personas en modalidad de embarazo forzado, violación y maltrato infantil.
Durante el allanamiento, las autoridades también encontraron restos óseos en cajas, cuya procedencia aún está bajo investigación.
Lev Tahor, que en hebreo significa “corazón puro”, fue fundada en Jerusalén en 1988 por el rabino Shlomo Helbrans. Desde entonces, ha enfrentado acusaciones en diversos países por secuestro, abuso infantil y matrimonios forzados, lo que ha obligado a la secta a mudarse constantemente.
El grupo tiene entre 250 y 500 miembros, quienes practican una versión extrema del judaísmo jasídico, caracterizada por normas estrictas de vestimenta, alimentación y aislamiento social. Lev Tahor rechaza el uso de tecnología y adopta una postura política antisionista.
Tras su fundación, la secta se trasladó a Estados Unidos, Canadá, México y, finalmente, Guatemala, buscando evadir las intervenciones legales. En 2016, establecieron un asentamiento en Oratorio después de ser expulsados de San Juan La Laguna por conflictos con la comunidad local.
Shlomo Helbrans, fundador de la secta, fue condenado por secuestro en 1993 en Nueva York. Más tarde, en 2018, su hijo Nachman Helbrans, quien asumió el liderazgo tras la muerte de su padre, fue encarcelado junto a otros tres miembros por secuestrar a dos menores en Guatemala y llevarlos a Estados Unidos.
Lev Tahor también ha sido señalado por el uso de castigos corporales y la promoción de matrimonios forzados, particularmente de niñas con hombres mayores, según testimonios de exmiembros.
La vida en Lev Tahor está marcada por reglas estrictas: las mujeres visten completamente de negro, mientras que los hombres usan ropa tradicional jasídica.
Su dieta es extremadamente restrictiva y sus viviendas carecen de comodidades modernas. La comunidad afirma que estas normas reflejan una devoción absoluta a Dios.
No obstante, las acusaciones de control extremo, maltrato y abuso han generado una amplia condena internacional.
Los sobrevivientes describen un ambiente de aislamiento, violencia y manipulación psicológica.
El destino de los 160 niños rescatados ahora está en manos de las autoridades guatemaltecas, quienes trabajan para garantizar su protección y rehabilitación.
Mientras tanto, el caso sigue bajo investigación para determinar la responsabilidad de los líderes de Lev Tahor en los delitos denunciados.
Este operativo representa un golpe significativo contra la secta, que ha sido calificada por los medios como el “talibán judío” debido a su radicalismo y prácticas controvertidas.