Guantánamo, la sombría y cuestionada cárcel a la que Trump enviará migrantes
Este sitio, conocido por su cárcel de alta seguridad, fue retomado en 2002 por George W. Bush para detener a sospechosos de terrorismo tras el 11-S, aunque originalmente se creó como un centro para migrantes
- 04 de febrero de 2025 a las 10:55

La Administración de Donald Trump comenzó este 4 de febrero a utilizar instalaciones para migrantes en la base militar de Guantánamo, al enviar el primer vuelo con personas en proceso de deportación. ¿Cómo es la sombría cárcel y por qué se cuestiona tanto su trato tras los muros?

El campo de detención de la base de Guantánamo fue retomada en 2002 por el entonces presidente George W. Bush (2001-2009) para retener a acusados de terrorismo en el marco de la “guerra global contra el terrorismo” tras los atentados del 11 de septiembre de 2001.

De hecho, en el lugar aún se encuentra un número indeterminado de extranjeros sospechosos de terrorismo -incluyendo al presunto autor intelectual de los ataques del 11-S, Jalid Sheij Mohamed-, pero los migrantes serán llevados a un área aparte.

Los orígenes de la cárcel se remontan a inicios del siglo XX, cuando allá por 1902 Estados Unidos obtuvo el arriendo perpetuo de esa fracción del territorio cubano, por el que pagaría anualmente US2,000 en moneda de oro estadounidense. Cuando con una base naval y el centro de detención, además de un amplio perímetro.

Fue en los años 1970 cuando los gobiernos estadounidenses recurrieron a Guantánamo para operaciones migratorias y, de hecho, en la década de 1980, el presidente Ronald Reagan la usó para la llamada Operación de interdicción de migrantes haitianos.

Además de las polémicas que la han rodeado el centro de detención en Guantánamo, es conocida por haber albergado a migrantes de la “crisis de los balseros” en la década de los 90, que se conoce como la época en la que más población de detenidos alojó.

El centro de detención de migrantes está aparte de la prisión militar, apartados de donde están los terroristas, y aunque los migrantes son retenidos en un área separada, pasan a estar en un limbo legal dentro de una base militar que opera al margen de las leyes migratorias estadounidenses.

Sobre Guantánamo siempre ha imperado una capa de secretividad, pues la situación ha sido históricamente opaca, con poca información pública sobre lo que realmente ocurre detrás de los viejos muros. La prisión ha sido criticada por denuncias de violaciones a los derechos humanos y condiciones inhumanas.

Un reportaje publicado en septiembre de 2024 por The New York Times, basado en informes internos del Gobierno, reveló que los detenidos enfrentan condiciones precarias en Guantánamo.

En la actualidad, el centro es conocido como Centro de Operaciones Migratorias de Guantánamo (GMOC, por sus siglas en inglés) y apenas ocupa una pequeña área de las antiguas barracas.

Según ha reportado The New York Times, Guantánamo tiene una capacidad para unas 120 personas, aunque en los últimos años solamente ha albergado a unas pocas decenas. Algo que promete cambiar drásticamente tras la decisión de Trump sobre los migrantes.

Trump afirmó que quiere ampliar hasta “30,000 camas en Guantánamo para detener a los peores extranjeros ilegales criminales que amenazan a los estadounidenses”, esto haría regresar al centro de detención a tiempos donde desbordó su capacidad.

También ha trascendido que algunas de las instalaciones de Guantánamo están llenas de ratas, es un lugar “ruinoso, con problemas de moho y alcantarillado”, denunciaron personas que ya pasaron por el lugar durante las detenciones de migrantes en los 90.

El nuevo “zar de la frontera” de Estados Unidos, Tom Homan, aseguró a la prensa que el centro de detención de Guantánamo solo albergará “lo peor de lo peor” refiriéndose a migrantes con antecedentes, mientras el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, calificó el anuncio de EE.UU. como un “acto de brutalidad”.