Devastación en Afganistán tras terremoto de 6.0 grados, ¿por qué es tan vulnerable?
En total devastación se encuentran varias regiones en Afganistán tras el terremoto que sacudió el este del país la madrugada de este lunes 1 de septiembre. Aquí las imágenes
- 01 de septiembre de 2025 a las 12:35
Casas destruidas, más de 800 muertos y más de 2500 heridos fue el saldo de un sismo que sacudió el este de Afganistán la madrugada de este 1 de septiembre. Aquí las imágenes.
El terremoto es una manifestación recurrente de la realidad de uno de los lugares más peligrosos del mundo para sufrir un seísmo. La altísima mortalidad de sus terremotos se debe a una combinación letal de pobreza, décadas de guerra y un terreno implacable. A continuación, cuatro factores que determina esta fragilidad:
Afganistán se asienta sobre el punto de colisión de dos gigantescas placas tectónicas, la placa índica, que se desplaza hacia el norte, choca y se desliza bajo la placa euroasiática.
Este choque es el que ha creado la cordillera del Hindu Kush, una de las zonas sísmicamente más activas del planeta. El país está atravesado por fallas y los terremotos, como el de este domingo, suelen ser poco profundos, lo que significa que la energía se libera muy cerca de la superficie, multiplicando la violencia de la sacudida.
La provincia de Kunar, la mas afectada por el terremoto de anoche, es un laberinto de valles en la región del Hindu Kush, y la complejidad de este terreno hace además que el acceso para los equipos de rescate sea muy complicado, con aldeas enteras que pueden quedar aisladas durante días.
Estas construcciones son extremadamente frágiles ante los movimientos sísmicos, porque en lugar de doblarse con el movimiento estallan y se desploman, aplastando a sus ocupantes sin dejar espacios de supervivencia.
La pobreza endémica impide el uso de materiales más resistentes y la aplicación de códigos de construcción seguros.
Las cicatrices de la guerra y el aislamientoCuatro décadas de conflicto armado han destruido la capacidad de Afganistán para prepararse y responder a desastres. La infraestructura básica, como carreteras, hospitales y redes de comunicación, es precaria o inexistente en muchas áreas.
Esto convierte las operaciones de rescate en una pesadilla logística. Los equipos de ayuda tardan días en llegar a aldeas remotas en valles montañosos que, a menudo, quedan completamente aisladas por los deslizamientos de tierra que provocan los propios seísmos.