Festival de Krampus: Así celebran en Europa esta aterradora tradición navideña
El Festival de Krampus en Europa revive una tradición ancestral en la que este demonio mitad cabra castiga a los niños traviesos durante la temporada navideña
- Actualizado: 04 de diciembre de 2024 a las 00:00
En el corazón de Noruega, la Navidad no es solo luces y regalos; también tiene un lado oscuro y aterrador que atrae la atención de miles.
El Festival de Krampus, una celebración ancestral que mezcla folklore y terror, se ha convertido en un fenómeno viral gracias a videos que circulan en redes sociales, mostrando a esta espeluznante figura en acción.
Krampus, una criatura mitad cabra y mitad demonio, es conocido por su papel en la tradición centroeuropea como el opuesto de Santa Claus.
Mientras el santo trae regalos y alegría, Krampus castiga a los niños traviesos con látigos y, según la leyenda, puede incluso llevárselos al inframundo en un saco.
Este ser es una figura recurrente en la víspera del Día de San Nicolás, el 6 de diciembre, especialmente en regiones alpinas y países como Noruega, Alemania y Austria.
Durante el festival, hombres jóvenes vestidos como Krampus recorren las calles con elaborados trajes que incluyen máscaras de madera tallada, enormes cuernos y pieles que aumentan su apariencia aterradora.
Al ritmo de campanas y antorchas, estos “demonios” interactúan con los espectadores, persiguiéndolos y asustándolos en un desfile que evoca los rituales paganos de protección contra espíritus malignos.
Videos del Festival de Krampus en el Lago Carezza, una pintoresca localidad alpina, han capturado la atención.
Las imágenes muestran desfiles llenos de luces, fuego y aterradoras criaturas que combinan tradición con espectáculo.
Usuarios de todo el mundo han compartido su asombro por esta celebración única que conecta lo ancestral con lo moderno.
Aunque originado en Europa Central, el Krampus y sus festivales se han extendido a diferentes países, incluyendo Noruega, donde estas tradiciones han sido adoptadas como una manera de rendir homenaje a las raíces culturales europeas.
Más allá de su aspecto terrorífico, el Festival de Krampus simboliza un equilibrio entre el bien y el mal, recordando que incluso en las festividades hay espacio para la reflexión y el respeto por las antiguas leyendas.
Este singular festival demuestra que la Navidad también puede ser espeluznante, pero igual de fascinante.