Entre alfombra roja y carteles de rechazo: así fue recibido Putin en Alaska
Unos 500 manifestantes en Anchorage, Alaska, protestaron contra la llegada de Vladímir Putin, quien se reunió este viernes con Donald Trump en una cumbre histórica y fue recibido con alfombra roja.
- 15 de agosto de 2025 a las 14:37
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, recibió de manera emotiva a su homólogo de Rusia, Vladímir Putin, con una alfombra roja, mientras que en las calles una multitud lo esperaba vecinos de Anchorage con mensajes en rechazo al presidente ruso. Así se vivió la jornada.
Trump lo recibió en la pista de aterrizaje de la base aérea de Elmendorf-Richardson, a las afueras de Anchorage (Alaska), con alfombra roja y todos los honores presidenciales. Trump esperó a que el Il-96 de Putin llegara a la pista, tras ser escoltado por dos F-35, para recibirlo de manera afable a los pies de su avión. El mandatario estadounidense lo aplaudió mientras el ruso caminaba a su encuentro.
Luego del saludo y la foto inicial de este encuentro, ambos se subieron a la 'Bestia', el vehículo blindado del presidente de Estados Unidos, para iniciar su agenda de trabajo.
El presidente estadounidense, Donald Trump, y su homólogo, Vladímir Putin, comenzaron su reunión a puerta cerrada bajo el lema "Persiguiendo la Paz", acompañados de sus respectivas delegaciones de alto nivel y no en privado, como la Casa Blanca sugirió días antes.
Putin, que no visita EE.UU. desde 2015, cuando se reunió con el entonces presidente, Barack Obama, se convierte en el primer mandatario ruso que pisa el estado de Alaska, que durante un siglo fue colonia rusa hasta 1867 y fue clave durante la Guerra Fría para contrarrestar a los soviéticos. Pero no fue bienvenido por la población.
Varios centenares de manifestantes en la ciudad de Anchorage (Alaska) se concentraron para rechazar la llegada de Vladímir Putin.
"Putin es un criminal de guerra y no le deberíamos estar dando bienvenida a nuestro país y mucho menos a Alaska", señaló a EFE, Rachel Coney, unos de los alrededor de 500 manifestantes.
Con un mar de banderas de Ucrania, girasoles y carteles con lemas como "no queremos criminales de guerra en Alaska, ni felones en la Casa Blanca", vecinos de Anchorage mostraron su rechazo a la visita del mandatario ruso en un ambiente festivo.
"Llevamos protestando desde que Trump comenzó a comportarse como un monarca, pero esta es la concentración más grande que hemos visto hasta ahora", señala Marie Allen Lambert, que coincide con otros que los habitantes de Alaska son muy orgullosos de su tierra y no celebra la llegada del presidente ruso, que tiene un orden de arresto de la Corte Penal Internacional por crímenes de guerra.
"Alaska está con Ucrania" rezan algunos carteles en una comunidad que habla de el Estados Unidos continental como "los de más abajo del 48", el paralelo que los divide del resto del país, que los aceptó como estado solo en 1959, en plena Guerra Fría.
"Trump no se merece ningún premio Nobel de la Paz. No tiene el interés de los ucranianos en mente y, de hecho, es responsable de muchas muertes de niños, empezando por las muertes de muchos estadounidenses durante la pandemia de covid", señala Coney.
Y es que en la víspera, la excandidata presidencial, Hillary Clinton, dijo que si Trump lograba acordar la paz entre Rusia y Ucrania se merecería el premio Nobel de la Paz.
Esta ciudad de 300.000 habitantes, que vive ahora sus meses de verano más turísticos bajo el largo sol del invierno ártico, recibe esta cumbre ruso-estadounidense con curiosidad, pero en general ajena al devenir de periodistas y aviones oficiales rusos que anteceden a la cumbre.
La jornada estuvo ampliamente rechazada por los habitantes de Anchorage.