Charlotte May Lee, la azafata de 21 años detenida con droga de huesos humanos
La joven británica Charlotte May Lee, acusada de contrabando, afirma que le tendieron una trampa y denuncia condiciones extremas en la cárcel de Sri Lanka
- 17 de junio de 2025 a las 16:38

La azafata británica de 21 años Charlotte May Lee enfrenta una posible condena de hasta 25 años de prisión en Sri Lanka, una nación de la India, luego de ser detenida con una droga peligrosa y altamente adictiva valorada en 3,3 millones de dólares. ¿De qué droga se trata? A continuación todos los detalles.

La captura de esta joven ocurrió en el Aeropuerto Internacional Bandaranaike de Colombo al encontrarle en su maleta 45 kilos de una sustancia conocida como "Kush".

Las autoridades han revelado que la sustancia incautada no es una droga común, sino una elaborada con huesos humanos, vendida en el mercado negro como parte de una operación de élite.

Charlotte May Lee, originaria de Coulsdon, en Croydon, Inglaterra, fue detenida por las autoridades tras llegar a Sri Lanka, procedente de Bangkok, Tailandia.

Esta joven, que trabajaba como azafata en un crucero de alcohol en Tailandia, afirma que no tenía idea de que llevaba drogas en su equipaje y que fue víctima de una trampa.

La policía local declaró que el alijo de Kush en el aeropuerto de Colombo es el mayor detectado desde la apertura del terminal en 1967. Asimismo, que la magnitud del hallazgo deja entrever la sofisticación y el alcance de estas redes de contrabando en la región.

Tras su detención, Lee fue trasladada a la prisión de Negombo, en condiciones que su abogado y amigos describen como inhumanas, debido a que "ha pasado durmiendo en un sofá lleno de insectos y sin acceso a su medicación para el TDAH", que afirma no le entregaron en la cárcel.

En una entrevista con el medio internacional MailOnline, Lee contó que la noche anterior a su detención había estado en Bangkok y que, por su inminente salida del país, dejó empacadas sus maletas en el hotel sin revisarlas. La joven sostiene que no tenía conocimiento de la presencia de drogas en su equipaje.

Según explicó, los que ella creía que eran sus amigos en Tailandia le habían pedido que viajara a Sri Lanka para encontrarse con ellos, pero ahora está atrapada en una situación que califica como una “trampa mortal”.

Mientras tanto, en la prisión, las condiciones son descritas como extremas y peligrosas: ratas en las celdas, alimentos contaminados y una higiene precaria. La joven denuncia que solo recibe unas pocas horas al aire libre y que su estado emocional y físico se deteriora día a día.

Su familia y amigos en Reino Unido están desconcertados y preocupados. Un amigo cercano, que prefirió mantener el anonimato, afirmó: “Charlotte es una mujer trabajadora, no una narcotraficante. Esto debe ser un error, y estamos haciendo todo lo posible por ayudarla”.

Desde el Ministerio de Asuntos Exteriores de Reino Unido, confirmaron que están en contacto con las autoridades locales y que brindan apoyo consular a Charlotte. Sin embargo, reconocen que la situación es compleja y que la joven enfrenta cargos severos.