La Baronesa del Hielo: ¿Quién es Estíbaliz Carranza, la joven que mató a dos hombres y los escondió en su heladería?
Estíbaliz Carranza, una mujer hispano-mexicana de 36 años, se hizo conocida mundialmente como la “Baronesa del hielo” por haber asesinado a dos hombres en Austria, ocultando sus cuerpos en el sótano de su heladería en Viena
- 05 de agosto de 2025 a las 15:25
Estíbaliz Carranza, "La Baronesa del Hielo", asesinó a dos hombres en Austria, ocultando sus cuerpos en el sótano de su negocio, una heladería llamada "Schleckeria", ubicada en Viena.
Actualmente, cumple cadena perpetua en una institución mental por los crímenes cometidos contra su exesposo Holger Holz y su amante Manfred Hinterberger. Su caso volvió a ser noticia por la publicación de sus memorias tituladas “Mis dos vidas, la verdadera historia de la Baronesa del hielo”.
Carranza asegura que no busca comprensión ni perdón, relata desde su perspectiva lo que ocurrió antes y después de los asesinatos, incluyendo detalles personales y emocionales.
Carranza siguió con su vida como si nada. A sus amigos y conocidos les dijo que Holz se había marchado a la India, y mantuvo su heladería en funcionamiento, engañando a todos durante dos años.
En 2010 conoció a Manfred Hinterberger, con quien inició una relación amorosa. Una nueva discusión por dinero terminó en otro asesinato: le disparó mientras dormía, lo descuartizó y trató de ocultar los restos de la misma forma.
Como la nevera ya contenía restos de su primera víctima, escondió parte del cuerpo de Hinterberger en la arena de su gato para disimular el olor. A los demás les repitió la misma mentira: que el hombre se había marchado, esta vez a Tailandia.
La verdad salió a la luz en 2011, cuando unos albañiles que trabajaban en un local vecino accedieron al sótano y encontraron los restos humanos. Esto llevó a una investigación inmediata y a su captura pocos días después en el norte de Italia.
Carranza reconoce con frialdad: “Yo asesiné a dos hombres que alguna vez amé” y admite el dolor causado a las familias, escribiendo que les robó “dos hijos a sus madres”. También reflexiona sobre su dependencia emocional y su incapacidad de poner fin a relaciones abusivas.
Confiesa que se sentía emocionalmente paralizada y que no podía terminar con Hinterberger, a pesar de querer hacerlo. Explica que su necesidad de complacer a los hombres y su baja autoestima fueron factores que influyeron en su comportamiento.
Carranza dice que convirtió a sus víctimas en “monstruos” y que, como resultado, ella también se transformó en una “bestia”. Su relato busca ofrecer una introspección, más que una justificación.
Durante el juicio de 2012, una psiquiatra declaró que existía un alto riesgo de que volviera a matar si quedaba en libertad.