Ser azotado por "talcigüines", una práctica de fe y tradición en El Salvador
Esta práctica, declarada Patrimonio Cultural Inmaterial, representa la lucha entre el bien y el mal, concluyendo con la victoria de Jesucristo sobre los demonios.
- 15 de abril de 2025 a las 15:47

Los talcigüines, vestidos de rojo intenso, recorren las calles de Texistepeque cada Lunes Santo con látigos en mano, una tradición ancestral que revive la lucha del bien contra el mal.

Con rostros cubiertos y pasos firmes, los "hombres endiablados" aparecen al amanecer para purificar los pecados de los pobladores a través de simbólicos latigazos.

Cientos de personas se congregan en la plaza central del municipio para presenciar esta expresión cultural única en el país.

El enfrentamiento con Jesucristo, interpretado por un poblador, es el clímax de la ceremonia y simboliza el triunfo del bien sobre el mal.

Jesucristo derrota a los talcigüines con una cruz y una campanilla, elementos sagrados que hacen huir a los "endiablados".

Después de caer, los talcigüines yacen en el suelo mientras el personaje de Jesús camina sobre ellos, escenificando su rendición total.

Esta colorida y energética tradición fue declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de El Salvador en 2014 por su profundo arraigo popular.

Desde niños hasta adultos participan como talcigüines, como Néstor Flores, quien desde 2013 forma parte de esta hermandad.

Los golpes no son agresivos, sino una forma simbólica de ofrecer sacrificio por la salud, el perdón o las peticiones de los fieles.

El párroco de San Esteban asegura que esta tradición, con raíces coloniales, fortalece la fe mediante una representación teatral de pasajes bíblicos.

Durante Semana Santa, miles de salvadoreños se suman a estas celebraciones que mezclan religiosidad, identidad y cultura popular.

El evento atrae a turistas nacionales e internacionales, fascinados por esta singular expresión religiosa llena de color y fervor.