Así operaba el "Duende", depredador que producía material de abuso infantil
La captura fue en Bogotá, tras una investigación internacional que evidenció su uso de perfiles falsos y material audiovisual para explotar a menores
- 18 de abril de 2025 a las 15:10

La Interpol reveló recientemente cómo operaba Manuel Enrique Arenas, alias el "Duende", considerado uno de los principales depredadores sexuales de menores a nivel mundial, que fue capturado en Bogotá, Colombia. A continuación los detalles de este caso que ha estremecido a la comunidad.

El arresto se llevó a cabo en el sur de Bogotá, en una vivienda ubicada en Ciudad Bolívar, tras meses de investigación conjunta entre la Policía Nacional, Homeland Security Investigations (HSI) de Estados Unidos y la Fiscalía General de la Nación.

La operación revela detalles escalofriantes sobre cómo operaba este delincuente en la clandestinidad.

Según los reportes preliminares, Arenas utilizaba las redes sociales para contactar a sus víctimas, principalmente menores de edad, a quienes atraía mediante engaños, promesas de regalos, dulces o dinero.

Este método manipulador facilitaba que los menores cayeran en sus trampas y participaran en actos abusivos. Las autoridades encontraron en su vivienda pruebas contundentes que lo relacionan con la producción y distribución de material de abuso sexual infantil.

En habitaciones acondicionadas, especialmente, el hombre grababa los abusos, generando videos que posteriormente vendía en redes sociales, en un lucrativo negocio ilícito.

Una investigadora explicó en medios locales que el sistema de captación se basaba en estrategias manipuladoras: “A través de dádivas, dulces y arreglos monetarios, lograba que los niños confiaron en él, y así cometer estos delitos”.

Las imágenes y videos producidos en su domicilio fueron detectados en bases de datos internacionales, como Ixe, que permite rastrear a pedófilos en todo el mundo. La alerta internacional fue emitida por Interpol Francia, lo que facilitó su captura.

Durante la operación, se hallaron más de 70,000 archivos con contenido explícito, además de objetos como peluches que Arenas usaba para atraer a los menores.

La vivienda presentaba características que coincidían con las escenas grabadas en los videos hallados. Las investigaciones revelaron que las habitaciones donde se cometían los abusos tenían detalles específicos que permitieron vincular las imágenes del material ilícito con el entorno del sospechoso. La comparación de fotos y videos fue clave para confirmar su identidad.

El caso evidenció los peligros de las redes sociales cuando son utilizadas por criminales para captar menores. Arenas creaba perfiles falsos, haciéndose pasar por niños o niñas, y establecía contacto para obtener material comprometedor.

Una de las estrategias más utilizadas por el depredador era convencer a los menores de enviar imágenes o videos, que luego usaba para extorsionarlos o para producir más material de abuso. La manipulación era su principal herramienta.

En ese sentido, las autoridades emitieron recomendaciones para padres y cuidadores, alertando sobre símbolos y emojis utilizados por estos delincuentes en redes sociales, como el del pollito en el huevo, conocido como “caldo de pollo”, que funciona como señal en estas redes criminales.

Las investigaciones continúan para identificar posibles víctimas y responsables asociados a Manuel Enrique Arenas, en un esfuerzo conjunto por garantizar justicia y protección a los menores afectados.