Ante extorsión y violencia, centroamericanos prefieren refugiarse en México
Provenientes sobre todo de Guatemala y El Salvador, pero además de Honduras, pidieron refugio en México ante el riesgo de muerte si regresan y las restricciones para llegar a EE.UU.
- 05 de octubre de 2025 a las 10:00
Migrantes centroamericanos en la frontera sur de México denuncian extorsiones y violencia en sus países de origen, por lo que insisten en la necesidad de refugiarse en el país azteca ante la imposibilidad de regresar a casa y la dificultad de llegar a Estados Unidos por el endurecimiento de las políticas por parte del gobierno del presidente, Donald Trump.
Es el caso de Steven Armando, de tan solo 20 años y originario de Guatemala, quien decidió salir de Guatemala, huyendo de la Mara Salvatrucha y Mara 18, quienes mataron primero a balazos a sus tíos y a sus primos porque su familia no logró juntar el dinero de la extorsión.
Ahora, es el único sobreviviente de su familia y teme volver a ese país “Ya no para nada. De primero, es lógico que tengo una muerte segura es lógico; segundo porque no tengo nada allá: porque me miran como un blanco fácil. Me ha obligado evitar que me maten y vivir aquí”, afirmó Armando a EFE.
Muchos de ellos se encuentran varados en Tapachula, la mayor ciudad de la frontera sur de México y que hasta hace poco ha sido punto clave de la crisis migratoria, de la que buscan salir para dejar atrás la persistente violencia.
La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) dio a conocer este mes que el 61 % de la población que ingresó de manera irregular a México en 2025 sufrió de violencia, amenazas e intimidación en su país de origen, porcentaje mayor al 53 % registrado el año anterior.
“Lo que pido es la residencia mexicana para estar tranquilo y trabajar libremente, no tener la pena de regresar a Guatemala porque para Estados Unidos no tengo idea de ir”, aseveró uno de los refugiados centroamericanos.
Igualmente, su compatriota Douglas Bryan Velázquez Hernández, narró que en Guatemala desde una vendedora de empanadas o tostadas pagan extorsión desde los 200 quetzales (26 dólares) y si no lo hacen los matan. “Está muy duro porque a veces los mismos policías dicen cuando uno va a poner la denuncia, la misma Policía le van a decir quiénes son”, alertó.
Otro caso es el migrante salvadoreño, Carlos Castillo Cardozo, contó que en su país las autoridades lo acosan por el aspecto; lo quieren revisar y parar en las calles a pesar de que en su país ya no hay pandillas. “Lo que les pediríamos a las autoridades que se ponga la mano en la conciencia y las instituciones que se encargan de ese proceso que lo agilizarán para que nos ayudaran a buscar mejores oportunidades y nuevos estados", Castillo.
La irregularidad en la que subsiste esta comunidad incrementa sus condiciones de vulnerabilidad en México, pues los expone a situaciones de violencia, como asaltos o fraudes, así como la precarización económica por los trabajos que realizan o el poco acceso a servicios de salud.
Provenientes sobre todo de Guatemala y El Salvador, pero además de Honduras, los migrantes centroamericanos hoy piden refugio en México ante el riesgo de muerte si regresan y las restricciones para llegar a EE.UU.