Abu Mohammed al-Julani: El hombre que hizo huir a Bashar el Assad
Aunque al-Julani tiene un pasado ligado a Al-Qaeda, ha buscado reformar su imagen hacia un líder moderado, distanciándose del extremismo y promoviendo tolerancia religiosa
- 10 de diciembre de 2024 a las 00:00
Abu Mohammed al-Julani, un nombre conocido en el contexto del conflicto sirio, se ha convertido en una figura central en la historia reciente del país.
Al frente de Hayat Tahrir al-Sham (HTS), el autodenominado Ejército para la Liberación del Levante, al-Julani proclamó recientemente la victoria sobre el régimen de Bashar al-Assad, marcando un hito en la guerra civil que ha devastado Siria durante más de una década.
Al-Julani, quien alguna vez fue asociado con Al-Qaeda, ha transformado su imagen pública.
Aunque su pasado como militante yihadista genera desconfianza en varios sectores internacionales, el líder rebelde ha intentado proyectar un discurso más moderado y ha adoptado un rol político destacado en un país que busca reconstruirse.
Sin embargo, en 2013, al-Julani rompió relaciones con al-Baghdadi, rechazando fusionar el Frente Nusra con el entonces emergente Estado Islámico (ISIS).
Esta decisión lo enfrentó directamente con ISIS y marcó el inicio de su distanciamiento público del extremismo global, un proceso que culminó en 2016 cuando anunció la ruptura de su grupo con Al-Qaeda y su transformación en HTS.
En los últimos años, al-Julani ha intentado presentarse como un líder abierto al pluralismo religioso en Siria, un mensaje que contrasta con sus declaraciones iniciales en 2014, cuando abogaba por un gobierno basado en la ley islámica y rechazaba la inclusión de minorías religiosas.
No obstante, HTS sigue siendo considerado un grupo terrorista por Estados Unidos, que mantiene una recompensa de 10 millones de dólares por información sobre al-Julani.
Tras declarar la caída del “tirano” Bashar al-Assad, al-Julani enfrenta ahora el desafío de liderar la reconstrucción de Siria.
La comunidad internacional observa con escepticismo su supuesto giro hacia la moderación, mientras el país lidia con las heridas de años de conflicto, desplazamiento masivo y una devastación económica y social sin precedentes.
La legitimidad de al-Julani como líder y su capacidad para unir a Siria dependerán de su habilidad para reconciliar su pasado con las demandas de un futuro inclusivo y estable.