Solo arroz y frijoles y sin visitas: Nueva cárcel de Támara, una copia del Cecot de Bukele
Imitando el estilo de la cárcel de máxima seguridad de El Salvador, el nuevo centro de Támara recibe a más de 500 reos trasladados desde sus antiguas celdas VIP
- 05 de junio de 2025 a las 00:00
Aunque su capacidad es para albergar a menos personas, la vigilancia y las pocas comodidades son similares a las del Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot), en El Salvador, los privados de libertad de la Penitenciaría Nacional de Támara, en Honduras, aseguran sentirse peor que en una cárcel de máxima seguridad, y, claro, ya no cuentan con sus cuartos privados y otros privilegios.
Empezando por las celdas. El ala habitada está compuesta por 14 celdas, siete en cada extremo, por un pasillo en medio por donde pasan los custodios, quienes ahora son los responsables de las llaves de cada espacio.
Adiós a las camas matrimoniales, baños privados, visitas de mujeres, drogas y dinero. Aquí lo único que tienen es un "colchón" amarrado con lazos y, con suerte, algunos tienen colchones un poco más nuevos y cómodos.
Son vigilados por un centro de monitoreo 24/7, donde se ven sus movimientos y escuchan los que dicen, con el fin de evitar que se sigan registrando hechos de corrupción, algo similar a la megacárcel del mandatario salvadoreño Nayib Bukele. (Primera imagen Cecot y segunda imagen Támara)
¿Venta de carnes y comida variada? También se acabó. Los reos han asegurado que “aquí solo arroz, frijoles y tortilla no están dando y nos están dando agua sucia, ya han llevado como 20 personas al médico porque se han enfermado”.
No obstante, ese día de la visita, antes de las 12 del mediodía, unas carretas empujadas por privados de libertad llegaron con ollas, en una llevaban arroz blanco, en otro sopa de frijoles con carne de cerdo y en otra una paila de tortillas.
Los privados de libertad no tienen acceso a energía eléctrica, a conexiones de televisión por cable o internet, tampoco se pueden pasear con libertad y mucho menos se pueden apoderar de espacios para construir “habitaciones VIP”. (Primera imagen Cecot y segunda imagen Támara)
Su principal queja, además de las comodidades, es ya no poder trabajar como lo hacían con la elaboración de hamacas y demás, pues mencionaron que pasaban haciendo cosas para poder sobrevivir y ayudarles a las familias, pero ya no pueden salir, “no sabemos qué paso con nuestras herramientas en los talleres”. (Primera imagen Cecot y segunda imagen Támara)
A las demandas se suman que los dejen realizar llamadas, porque hace una semana no han podido comunicarse con sus familiares, también piden energía eléctrica para poder conectar las máquinas de cortar pelo. (Primera imagen Cecot y segunda imagen Támara)
Afirmaron que los baños de los nuevos módulos están tapados: “Se llenan de pupú porque no sirven, casi no llega el agua. Estos baños no sirven, dígale a los militares que los dejen entrar para que vean”. El mismo espacio, aunque más limpio, contaban los reos que vivían en el Cecot.
El director del Centro Penitenciario Nacional de Támara, el coronel de ingeniería de combate Kalter Medina, dijo que con esto buscan que no se sigan registrando casos como el de los dormitorios de los que fueron sacados, donde había “cuartos VIP” que tenían privilegios como televisores, aires acondicionados, equipos de sonido y eso generaba hacinamiento.
“Los nuevos módulos nivelan las condiciones de los privados de libertad, donde no hay preferencias, no hay privilegiados, todos están en las mismas condiciones y en condiciones adecuadas”, afirmó el coronel.