Montes Bobadilla y las rutas ocultas del narcotráfico en narcosubmarinos
En 2024, incautaciones de narcosubmarinos revelaron nuevas rutas y un papel crucial del clan hondureño Montes Bobadilla en el comercio de cocaína
- 27 de mayo de 2025 a las 00:00
De acuerdo con un reciente informe de InSight Crime, en 2024, autoridades internacionales lograron interceptar casi un récord de submarinos, evidenciando su uso para transportar droga a nivel global. Entre los casos destacados, emergen operaciones vinculadas al clan hondureño Montes Bobadilla, que parecen jugar un papel central en las nuevas rutas marítimas del narcotráfico.
Según la fundación dedicada a la investigación, la presencia de los grupos de narcotráfico en las costas del Caribe hondureño, con canales y propiedades vinculadas a ellos, indica que su influencia traspasa fronteras.
Los "narcosubmarinos", conocidos por su discreción, han evolucionado en sofisticación y alcance. En su mayoría son embarcaciones de bajo perfil que navegan cerca de la superficie, construidas de diversos materiales, entre ellos, madera y fibra de vidrio, con el objetivo de evadir radares.
Según los expertos, estas embarcaciones tienen costos que oscilan entre los 150 mil y 2 millones de dólares, requieren de tres o cuatro tripulantes y son difíciles de detectar desde el aire o por satélite.
En el caso del clan Montes Bobadilla, su presencia en las costas del Caribe hondureño ha sido objeto de investigaciones judiciales, que documentan cómo estos grupos utilizan canales estratégicos para facilitar sus operaciones delictivas.
Los canales que descubrieron en 2024, llevan a propiedades vinculadas al clan, reforzando la hipótesis de que Honduras se ha consolidado como un punto clave en las rutas de entrada de cocaína en Suramérica hacia Centroamérica y luego hacia destinos internacionales.
La incautación de embarcaciones en esa región, muchas construidas en astilleros artesanales en la costa pacífica colombiana y en otros países, muestra que las rutas están cada vez más diversificadas.
Según el informe de InSight Crime, los traficantes aprovechan la extensa y escasamente vigilada costa de Guatemala, México y Costa Rica, zonas donde la presencia del clan Montes Bobadilla se ha fortalecido en los últimos años, dejando entrever la capacidad de estos grupos para construir y mantener embarcaciones en secreto, incluso en países como Colombia y Brasil, evidenciando una red que trasciende fronteras.
Datos recientes indican que muchos de los narcosubmarinos provienen de astilleros clandestinos en las zonas rurales de Colombia, en Nariño y Cauca, regiones con alta producción de cocaína que sirven como puntos de partida para las operaciones del clan. Desde allí, las embarcaciones cruzan el Pacífico con destino a Honduras y otros países centroamericanos, refiere parte del informe.
El papel del clan Montes Bobadilla en estas rutas ha sido reforzado por la evidencia de canales y propiedades en la costa del Caribe hondureño, descubiertos en 2024. Estos canales, que conectan con las propiedades del grupo, permiten la movilización rápida de las embarcaciones y facilitan la entrada de cocaína en las rutas internacionales.
Las incautaciones recientes de las autoridades también revelan que los traficantes están usando cada vez más embarcaciones en tránsito hacia Europa y Australia, señalando al clan Montes Bobadilla como uno de los actores principales en estas rutas.
Aunque muchas de estas operaciones se desarrollan en aguas internacionales, la presencia de propiedades y canales en Honduras indica que la logística en tierra sigue siendo vital para el éxito de estas operaciones.
Según el informe, las operaciones del clan han sido clave para un incremento en la utilización de narcosubmarinos en rutas transatlánticas.
La incautación en 2024 de un largo canal en la costa del Caribe hondureño, vinculado a propiedades del grupo, indica la posibilidad de que estas embarcaciones estén siendo preparadas para cruzar hacia Europa, en una tendencia que se ha acelerado en los últimos años.
Las autoridades han identificado que estos canales no solo facilitan la entrada de droga en Honduras, sino que también sirven como puntos de salida hacia otros destinos.
El caso del clan Montes Bobadilla ejemplifica cómo las rutas marítimas y terrestres se entrelazan en la estructura del narcotráfico global.
El informe concluye dejando en evidencia que la expansión del uso de narcosubmarinos y la presencia del clan Montes Bobadilla en las rutas marítimas y terrestres evidencian un cambio en las dinámicas del narcotráfico.
En ese sentido, expertos apuntan a que lucha contra estas rutas requiere una cooperación internacional que vaya más allá de las interdicciones en mar abierto, incluyendo el control de las propiedades y canales en tierra.