Miasis en humanos: ¿Cómo luce la mosca cochliomyia hominivorax que la provoca?
Este parásito invade tejidos vivos, depositando sus larvas en heridas abiertas, donde se alimentan de carne humana, pero también en cavidades como la nariz y los oídos.
- 22 de julio de 2025 a las 00:00
El Distrito Central, seguido de Intibucá, Olancho y Lempira, de acuerdo a datos de la Secretaría de Salud, son los lugares más afectados en el país por Miasis en humanos, enfermedad provocada por la mosca Cochliomyia hominivorax. Así luce este pequeño y nocivo insecto.
Solo en esta semana los casos de miasis en humanos causados por el gusano barrenador del ganado, que nace por los huevecillos que deja esta mosca, alcanzaron los 125 esta semana, de acuerdo a información de la Secretaría de Salud (Sesal).
La mosca Cochliomyia hominivorax es una mosca de color verde azulado, tiene ojos rojos y algunas líneas oscuras en su espalda.
Su mayor distintivo del resto de moscas es su color rojizo en los ojos, que la permite ser detectable.
Su tamaño puede ser de 10 a 15 mm y es endémica del continente americano, afectando en la actualidad con mayor impacto a la región centroamericana.
En humanos, la infestación por larvas de mosca barrenadora se manifiesta como una lesión cutánea dolorosa, con enrojecimiento, inflamación y secreción de pus. A medida que las larvas crecen, pueden provocar una sensación de movimiento debajo de la piel y causar dolor intenso.
Sus ojos naranjas o rojos, cuerpo verde azulado y rayas oscuras en la espalda la hacen fácil de diferenciar de otros insectos.
El doctor Lorenzo Pavón, jefe de la Unidad de Vigilancia de la Salud, informó este lunes -21 de julio- que durante la última semana se sumaron 19 casos de la enfermedad, provocada por la mosca Cochliomyia hominivorax.
El 65% de los casos se han presentado en hombre, en edades entre los 20 y 49 años, dio a conocer el experto.
La mosca acostumbra a poner sus huevos en heridas expuestas, pues las larvas se alimentan de tejidos vivos.
A pesar de que la enfermedad comenzó afectando al ganado vacuno, la mosca ha logrado adaptarse al ambiente de las zonas urbanas, al punto de volverse más agresiva, pues ya no solo deja sus huevecillos en las heridas. Ahora opta por cavidades, aunque no sean heridas, por ejemplo la nariz o el oído.
Así es, " ahora la mosca ya no solo necesita una lesión, también necesita una cavidad para depositar sus huevos", señaló el experto.