El cruel castigo en El Gólgota que Jesús sufrió para salvar a la humanidad
El proceso de su sufrimiento, desde la flagelación hasta la crucifixión, revela el amor y sacrificio que Jesús hizo para ofrecer esperanza a la humanidad
- 18 de abril de 2025 a las 14:15

Durante la Semana Santa 2025, la historia de Jesús en El Gólgota sigue siendo un símbolo de sacrificio y amor incondicional. Para los feligreses, su sufrimiento en la cruz representa el culmen de su misión en la Tierra.

La crucifixión, un castigo infame reservado para esclavos, asesinos y ladrones, era la forma en que los romanos ejecutaban a quienes consideraban peligrosos o irreverentes.

Antes de llegar a la cruz, Jesús enfrentó una flagelación brutal. Los soldados romanos desgarraron su piel y carne en un acto de humillación pública.

La historia bíblica relata que Jesús enfrentó un dolor extremo y que los soldados buscaba desmoralizarlo y debilitarlo, preparándola para el sufrimiento que vendría después.

Jesús fue obligado a cargar con su propia cruz, un peso que simbolizaba los pecados del mundo y una carga física agotadora para el Salvador.

La escena de Jesús cargando la cruz en medio de la multitud fue un acto público de humillación, pero también un acto de sacrificio que cambiaría la historia para siempre.

En El Gólgota, la crucifixión consistía en clavar a la víctima a una cruz mediante clavos en las muñecas y los pies, causando un dolor insoportable y prolongado.

La posición en la cruz dificultaba la respiración, y la muerte llegaba generalmente por asfixia, en un proceso doloroso que podía durar varias horas.

La imagen de Jesús en la cruz, entre dos ladrones, refleja su sacrificio por todos, incluso por aquellos que lo crucificaron, en un acto de amor supremo.

La crucifixión en el mundo romano era un castigo reservado para los delitos más graves y buscaba también servir como ejemplo de castigo para disuadir a otros.

Sin embargo, para los cristianos, este sufrimiento tiene un profundo significado espiritual: Jesús entregó su vida por amor, para ofrecer redención y esperanza a la humanidad.

La historia del sufrimiento que experimentó Jesús en El Gólgota, invita a la reflexión. Estas actividades religiosas se están desarrollando en todo el territorio nacional en la Semana Santa.