Devastación, éxodo y abandono: así arrasa el mar con Cedeño
Los habitantes de Cedeño, uno de los sitios turísticos a orillas del Golfo de Fonseca, en el sur de Honduras, libran una lucha que están perdiendo contra el mar, que devora todo a su paso
- 31 de diciembre de 2024 a las 00:00
Cedeño, otrora preferido destino turístico para muchos hondureños del sur y centro de su país, ahora parece un sitio que ha sido bombardeado o destruido parcialmente por un terremoto, a causa del crecimiento del mar.
Casi todos los años, en verano, los habitantes de Cedeño y otras comunidades costeras también sufren los efectos de grandes marejadas.
Hace 30 años, en Cedeño, jurisdicción de Marcovia, departamento de Choluteca, había varios hoteles, casas y otros edificios frente a la playa, pero que gradualmente el mar se los ha ido tragando, lo que atribuye al cambio climático.
En Cedeño, producto de que el mar se devora la costa, desaparecieron centenares de casas, restaurantes y hoteles, entre otras construcciones de las que muchas antes estaban frente a la playa.
La Corporación Municipal de Marcovia, que preside Naún Cálix, en su momento prohibió la construcción de inmuebles con bloques de cemento y otros materiales resistentes en la franja costera de Cedeño, por los daños que causa el mar.
El impacto del cambio climático y el derretimiento de glaciares en los polos se hace evidente en la costa del sur de Honduras.
EL HERALDO se desplazó este 2024 también a Cedeño. Edwin Corrales, un pescador de la zona, mostró al equipo periodístico las casas que han sido destruidas por el mar. Afirmó que hace cuatro décadas donde ahora es playa habían unas 60 viviendas.
Mmuchos pobladores no dejan de construir sus negocios como pequeños restaurantes para atender a los turistas que siguen llegando, aunque en menor cantidad que en el pasado reciente.
Los residentes de Cedeño ven cómo el mar se adentra cada vez más, llevándose consigo parte de su comunidad, sabiendo que nada pueden hacer.
Los estudiantes de la única escuela pública de Cedeño tuvieron que ser reubicado porque el mar destruyó la infraestructura del centro educativo. Ya solo quedan algunas paredes y las bigas.
Los estudios indican que las costas hondureñas perderán 2.6 kilómetros de tierra entre 2020 y 2039 debido al crecimiento del mar.
Los habitantes de Cedeño recuerdan que, en la playa donde ahora se divisa a lo lejos un tanque de agua potable levantado sobre grandes columnas de cemento, “ahí quedaba el centro de salud”, también tragado por el mar.
Las marejadas ponen en peligro la vida y los medios de subsistencia de los habitantes de Cedeño, ya son muchos los que han quedado literalmente en la calle al perder sus hogares por las olas.