Supremo halla a abuela que vendía chicles en partido de tiktokers y se viralizó: ¿qué le regaló?
Con su chiclera en mano, una cinta de Honduras en la cabeza, una abuelita se robó el corazón de las redes. Supremo pidió ayuda para localizarla y, tras hallarla, le llevó un obsequio
- 28 de septiembre de 2025 a las 12:34
La imagen de una abuelita vendiendo chicles en el estadio Olímpico de San Pedro Sula, durante la previa del partido de tiktokers de Honduras y Brasil, se convirtió en todo un fenómeno en redes sociales.
La fotografía mostraba a la señora sentada con su chiclera, una cinta de Honduras en la cabeza y grabando con un celular el ambiente en el estadio.
La foto fue captada por el fotógrafo Jefry Ayala, de Grupo OPSA, quien logró retratar ese instante que más tarde daría la vuelta en distintas plataformas digitales.
El pasado 27 de septiembre, el reconocido creador de contenido Supremo compartió la foto en su cuenta de Facebook con un mensaje que desató la búsqueda: “Ayúdenme a buscarla para bendecirla”.
La publicación rápidamente se compartió cientos de veces. Los seguidores de Supremo se unieron a la misión de dar con la señora y finalmente logró encontrarla. Esto fue lo que le dijo y lo que le obsequió.
Supremo encontró a la abuelita y llegó hasta su casa, donde fue recibido con un fuerte abrazo. El emotivo encuentro fue grabado y compartido en sus plataformas, generando miles de reacciones.
“Encontré a la madre del estadio”, posteó el creador de contenido, acompañando el video que ya acumula más de 118 mil likes, 1,500 comentarios y supera el millón de reproducciones.
En la grabación, Supremo le pregunta cómo está y le recuerda que su foto se hizo viral. Luego confesó: “Me recordó mucho mi infancia. Mi mamá ha sido una mujer luchadora y siempre vendía para nosotros”.
La conexión entre la historia de la abuelita y la vida personal del creador de contenido hizo que el momento fuera aún más significativo.
Como parte de su gesto, Supremo llevó una bolsa de Pandora y le dijo: “Yo le traigo una bendición aquí, sé que le va a servir mucho”. Aunque no se especificó qué contenía, el obsequio fue recibido con gratitud.