¿Qué salió mal? La crónica del idilio de Angélica Vale y Otto Padrón que termina con demanda de divorcio
Repasamos la crónica de un idilio que parecía inquebrantable y el contraste con el duro final legal, a la espera de las primeras declaraciones de la actriz
- 10 de noviembre de 2025 a las 09:37
Tras catorce años de matrimonio, la actriz mexicana Angélica Vale y el ejecutivo de televisión Otto Padrón han iniciado los trámites legales para disolver su unión.
La noticia de la separación, confirmada por la filtración de documentos judiciales y por el entorno de la artista, pone fin a una de las relaciones más mediáticas del espectáculo mexicano.
Fuentes cercanas a la actriz han asegurado que Vale, figura central de la televisión, se encuentra en un estado de serenidad, concentrando sus esfuerzos profesionales y personales en el bienestar de sus dos hijos.
La pareja se conoció en 2009, en un contexto profesional, cuando Angélica Vale ya era una personalidad consolidada en la televisión y Padrón se desempeñaba como ejecutivo en la cadena Univision.
El inicio de su romance, sin embargo, se enmarca en un escenario de película.
La chispa entre ambos surgió en la emblemática Times Square de Nueva York, durante el especial televisivo de Año Nuevo. Ambos compartieron un beso que, para Vale, fue un momento de revelación. "Lo vi a los ojos y dije: 'Este es el hombre de mi vida'", relató la actriz en ese momento.
Aquel idilio neoyorquino se consolidó un año después, en el cumpleaños número 35 de la artista, celebrado en Miami.
Padrón la sorprendió con una pedida de mano acompañada de mariachi, un instante que la actriz describió como abrumador, culminando en el "sí" de compromiso.
La boda se celebró en la Ciudad de México en 2011, con la asistencia de figuras relevantes del espectáculo.
El enlace dio paso a la consolidación de su familia en Estados Unidos, país al que se mudaron por compromisos profesionales.En junio de 2012, la pareja dio la bienvenida a su primera hija, Angélica Masiel Padrón. Dos años después, la familia se completó con el nacimiento de su segundo hijo, Daniel Nicolás.
Durante este periodo, la actriz siempre se refirió a Padrón como un apoyo crucial en su vida, destacando el respeto y la comunicación como pilares de su matrimonio, incluso a través de los desafíos de los proyectos internacionales y las mudanzas.