¿Por qué Katy Perry fue la elegida para viajar al espacio?
La cantante fue parte de una histórica misión de Blue Origin, pero su inclusión ha generado debate sobre el verdadero propósito del viaje
- 14 de abril de 2025 a las 14:23

El reciente vuelo suborbital de la misión NS-31 de Blue Origin no solo marcó un hito al estar integrado exclusivamente por mujeres, sino que también despertó preguntas: ¿por qué la cantante Katy Perry fue seleccionada para formar parte de esta experiencia espacial? ¿Qué criterios se usaron para su elección?

La nave New Shepard, propiedad del magnate Jeff Bezos, llevó al borde de la atmósfera a una tripulación compuesta por seis mujeres, entre ellas la periodista Gayle King, la ingeniera aeroespacial Aisha Bowe, la activista Amanda Nguyen, la productora Kerianne Flynn, la presentadora Lauren Sánchez (prometida de Bezos) y Perry, ícono del pop internacional.

Aunque la misión fue celebrada por su enfoque en la representación femenina en la exploración espacial, no tardaron en surgir críticas sobre el perfil de las seleccionadas.

La columna de Zoe Williams en The Guardian subrayó que solo una de las participantes tenía formación científica directamente vinculada a la aeronáutica, mientras que las demás fueron escogidas, según se sugiere, por su impacto cultural o su cercanía con el fundador de Blue Origin.

Perry, en particular, fue el centro de atención. Su emotiva reacción al aterrizar —arrodillándose para besar el suelo texano y hablando sobre el amor y la conexión humana— se volvió viral.

"No es por faltarle el respeto a la estrella del pop ni al resto de la tripulación femenina de Blue Origin, pero la mayoría de ellas no parecían material evidente para astronautas. En general, creo que Katy Perry debería hacer lo que le plazca, y vestirse como le plazca, y si quiere ser lanzada al espacio sin un propósito claro, luciendo como una de Los Ángeles de Charlie, eso entra directamente en esas categorías. Entonces, ¿por qué me molesta tanto el cohete New Shepard de Blue Origin, que acaba de hacer un vuelo suborbital hasta el borde del espacio y regresar?", reza parte de la columna de Williams.

Sin embargo, más allá del gesto simbólico y de haber llevado una margarita en la nave como representación de la resistencia y la vida cotidiana, su presencia provocó una reflexión general: ¿estamos ante una evolución de la carrera espacial o frente a una costosa experiencia turística disfrazada de conquista histórica?

Blue Origin ofrece estos vuelos por sumas que rondan los 250.000 dólares. Si bien la misión buscó transmitir un mensaje de inclusión y empoderamiento, especialmente en un sector tradicionalmente dominado por hombres, la falta de criterios científicos sólidos en algunas de las elecciones alimentó el escepticismo.

Perry no fue seleccionada por méritos técnicos o científicos, sino como una figura de alto perfil capaz de dar visibilidad a la misión.

En ausencia de criterios aeroespaciales exigentes, y con boletos valuados en cientos de miles de dólares, el vuelo parece orientado tanto a simbolizar la inclusión femenina como a reforzar el mensaje emocional y mediático de Blue Origin.

Su participación —junto a otras figuras reconocidas del espectáculo y el activismo— refleja una estrategia que fusiona turismo espacial, representación cultural y marketing de alto impacto.