Negro, naranja y morado ¿Qué significan los colores de Halloween?
Por años, los colores tradicionales de Halloween han sido el naranja y el negro, sin embargo en los últimos años se han ido añadiendo otros como el morado
- 20 de octubre de 2025 a las 10:30
Uno de los fenómenos visuales más llamativos de octubre es la paleta cromática de Halloween: negro, naranja y —cada vez más— morado, que de forma sutil se cuelan entre maquillaje y prendas con la llegada de esta fecha.
Estas tonalidades han trascendido la mera decoración para colarse en las pasarelas, en la cosmética y en la moda urbana, generando una estética reconocible al instante.
El desafío para las firmas es darles vuelta a esas tonalidades y proponer reinterpretaciones frescas sin traicionar su carga simbólica.
La explicación tradicionalmente aceptada para el uso del negro y el naranja proviene del antiguo festival celta de Samhain, antecedente de Halloween. Esa celebración marcaba el fin de la cosecha y el arranque de la estación oscura.
Los celtas creían que en esa noche del 31 de octubre el límite entre los vivos y los muertos se estrechaba.
En ese contexto simbólico, el negro representa lo desconocido, la muerte, el vacío que acecha.
Por su parte, el naranja alude al fuego de las hogueras que encendían para protegerse de los espíritus y al tono de los frutos del otoño, especialmente de la calabaza, que se transformaría en símbolo visual de la festividad.
En ese sentido, la combinación de estos dos colores -negro y naranja- crea un equilibrio visual y simbólico. Mientras que el naranja representa la vida y la prosperidad de la cosecha, el negro es el recordatorio de que la muerte y lo desconocido siempre están presentes, acechando en las sombras.
Con el paso de los siglos, ese contraste entre vida y muerte, luz y sombra, se mantuvo como clave estética. El morado, en cambio, es un “invitado moderno” que ha crecido en los últimos años dentro de las decoraciones y las colecciones temáticas. Se le asocia al misterio, a la brujería y al terreno espiritual.
Otros colores asociados a Halloween es el blanco, que se relaciona con los fantasmas y los espíritus.
Las calabazas utilizadas en Halloween son talladas con la representación de Jack-o'-lantern, una persona de una leyenda irlandesa condenado a vagar como ánima errante. Su luz se utilizaba para espantar los malos espíritus.
Cabe resaltar que hoy en día, Halloween ya no es solo una fiesta infantil ni un trámite decorativo. Se ha convertido en una fuente referencial para diseñadores que buscan incorporar atmósferas tétricas en sus colecciones de otoño e invierno.