Antes y después de Lyle y Erik Menéndez: cambio físico de los hermanos
Descubre el cambio físico de los hermanos Lyle y Erik Menéndez desde su adolescencia en Beverly Hills hasta la actualidad. Aquí los detalles
- 27 de agosto de 2024 a las 00:00
El caso de los hermanos Lyle y Erik Menéndez conmocionó a Estados Unidos en los años 90, ya que cometieron un atroz crimen.
Lyle de 21 y Erik de 18 años asesinaron brutalmente a sus padres, mientras miraban televisión en su lujosa mansión de Beverly Hills, el 20 de marzo de 1989.
El padre, José Menéndez, era un ejecutivo discográfico cubano muy reconocido en la industria del entretenimiento, tenía un patrimonio alrededor de 14 millones de dólares.
La familia se mostraba muy unida y cercana, sin embargo, el día del crimen el padre recibió seis disparos y su madre 10 impactos de bala de una escopeta.
El juicio fue un espectáculo mediático que capturó la atención de millones, duró entre 1993 a 1995 y fue transmitido en vivo.
Los nombres de los hermanos Menéndez se convirtieron en sinónimo de uno de los crímenes familiares más infames del siglo.
El 18 de abril de 1996 fueron condenados por asesinato y recibieron cadena perpetua sin la posibilidad de libertad incondicional.
En 1996 los separaron por miedo a que se escaparan y según el periodista Robert Rand (especialista en el caso), a partir de ese año no volvieron a verse, solo se escribían cartas y jugaban ajedrez enviando sus movimientos por esta vía.
Han pasado más de dos décadas desde que Lyle y Erik Menéndez recibieron su sentencia. Hoy en día, los hermanos, ahora en sus 50 años, están muy lejos de las imágenes de los jóvenes que el mundo conoció durante su juicio.
Inicialmente, Lyle estuvo recluido en la Prisión Estatal Mule Creek, mientras Erik fue enviado a la Prisión Estatal de Richard J. Donovan, ambas en California. Sin embargo, en 2018 los hermanos finalmente fueron reunidos en la cárcel donde está ubicado Erik.
Los hermanos habían estado separados durante más de 22 años. Se ha reportado que ambos participan en programas educativos y han formado vínculos estrechos con otros reclusos.