Final explicado de “El Eternauta”: control mental, traición y revelaciones
“El Eternauta” cierra su primera temporada entre delirios, control mental y una revelación que resignifica todo el relato. ¿Qué implica ese final?
- 03 de mayo de 2025 a las 00:00
La primera temporada de "El Eternauta", la ambiciosa adaptación argentina de la obra de Héctor Germán Oesterheld y Solano López, culmina en Netflix con una premisa que se aleja del clásico apocalipsis. A continuación, los detalles.
Y es que más que la nieve letal o los invasores, el auténtico enemigo se manifiesta en la mente de los personajes.
Desde el inicio, el relato dirigido por Bruno Stagnaro se apoya en una estética fría y una narrativa que favorece el desconcierto. La historia sigue a Juan Salvo (Ricardo Darín) y a un grupo de sobrevivientes en un Buenos Aires asediado por lo anómalo.
Sin embargo, es en los últimos episodios cuando la amenaza verdadera comienza a develarse. (Alerta de Spoiler)
Uno de los momentos más perturbadores ocurre cuando Lucas (Marcelo Subiotto) asesina a Omar (Ariel Staltari) sin motivo aparente y luego huye al techo de un edificio. Allí, confunde a Juan con frases incoherentes: “Tengan cuidado con lo que dicen” o “la fundación me quiere hacer daño”. Acto seguido, se lanza al vacío frente a la mirada atónita de su compañero.
Este estallido no es un caso aislado. A lo largo de la serie, varios personajes muestran conductas erráticas, fallos de memoria y episodios de violencia inexplicable. Juan empieza a atar cabos: los cuerpos no están siendo destruidos, sino invadidos desde adentro.
El regreso de Clara, su hija, confirma las sospechas. Aparece sin heridas, alterada, y sin recordar objetos que llevaba consigo, como una máscara. “Llegó tiritando y solo decía ‘mamá, mamá, mamá’”, cuenta Elena, su madre. Pero cuando le preguntan por la máscara, Clara responde con frialdad: “¿Qué máscara?”. Al final del episodio, una imagen de Clara practicando tiro en Campo de Mayo, inexpresiva, da forma al presagio. Juan había sido claro: no quería que ella tomara armas.
“Esa cosa los controla, son como robots”, advierte Franco, el maquinista que acompaña a Juan a investigar la fuente de una luz azul proveniente del estadio Monumental. Desde un edificio frente al campo, el protagonista observa una multitud de humanos y criaturas alienígenas marchando en formación. “Yo estuve acá antes. Esto ya lo viví”, murmura, como si la invasión tuviera también un componente cíclico o profético.
La imagen final muestra al supuesto líder invasor: un ser híbrido, de apariencia humanoide, con manos múltiples y una mirada vacía. No es la figura del conquistador con armas lo que impone terror, sino la de un ente capaz de dominar la voluntad humana.
Sin anuncio oficial por parte de Netflix, tanto Bruno Stagnaro como Ricardo Darín han confirmado que hay más material para continuar esta historia. De hecho, la serie apenas ha cubierto una fracción del cómic original.