El regreso de Gwendoline Christie y los cameos inesperados de Wednesday temporada 2
A partir de hoy, la plataforma ofrece los episodios del cinco al ocho, que cierran la segunda temporada. No será la última, ya que Netflix ha confirmado una tercera entrega
- 03 de septiembre de 2025 a las 10:01
Wednesday Addams (Jenna Ortega) vuelve a merodear los pasillos góticos de la Academia Nevermore, en una nueva entrega de la segunda parte de esta serie, la segunda más vista de la historia de Netflix, solo superada por "El juego del calamar".
Mientras la primera mitad funciona como un arco inicial inacabado, la segunda avanza con rapidez hacia un desenlace que deja claro hasta qué punto este modelo de estreno en dos bloques no logra sostener con solidez la continuidad de la historia.
El cierre de la Parte 1 situó a Wednesday (Jenna Ortega) en una situación límite, arrojada por una ventana en Willow Hill, y con Tyler (Hunter Doohan) fugado tras asesinar a su maestro. La Parte 2 retoma la acción de manera inmediata, aunque introduce antagonistas apenas insinuados en la primera entrega, lo que reduce el impacto dramático de sus revelaciones.
a serie mantiene el pulso del thriller adolescente, pero el modo en que se organiza la narrativa plantea dudas sobre la conveniencia de mantener este formato en futuras temporadas.
Uno de los elementos que más atención ha generado en la segunda parte son los cameos y las incorporaciones del reparto. Lady Gaga debuta en la ficción como Rosaline Rotwood, un personaje enigmático que refuerza el tono oscuro de la trama.
Gwendoline Christie regresa como Larissa Weems, ahora en calidad de guía espiritual para Wednesday, en una de las relaciones más sugerentes de la temporada, especialmente en sus escenas compartidas con Morticia (Catherine Zeta-Jones).
También destaca la participación de Christopher Lloyd, que da voz y presencia a un profesor reducido a una cabeza flotante, en un pasaje que aporta una reflexión sobre la condición del “marginado”. Joanna Lumley, en el papel de Hester Frump, la abuela materna de Wednesday, introduce un contrapunto irónico y abre la puerta a futuras tramas en la tercera temporada. No obstante, esta abundancia de rostros conocidos deja en segundo plano a varios personajes introducidos en la primera parte, que apenas encuentran espacio para desarrollarse.
El vínculo con la familia Addams continúa siendo un eje central de la serie. La exploración del pasado de Morticia y Gómez (Luis Guzmán) se intensifica con la revelación de un personaje conectado a ambos en el programa LOIS. Este recurso, que dota de mayor trasfondo a la historia, también plantea el riesgo de diluir la singularidad de Wednesday, transformando lo que en un principio era el relato de una joven excéntrica en el de una saga familiar con tintes de culebrón.
La ficción oscila entre la exploración de los orígenes de la familia y las nuevas generaciones de alumnos de Nevermore, pero el equilibrio logrado en la primera temporada se pierde en la segunda, inclinada en exceso hacia los secretos heredados.
Tim Burton dirige la mitad de los episodios, incluidos los dos últimos, donde imprime su estética macabra y un gusto por lo grotesco que refuerza la identidad de la serie. El tramo final, más ambicioso en lo visual y temático, muestra la capacidad del director para sostener la atmósfera gótica que distingue al universo de los Addams. Sin embargo, la multiplicidad de tramas y la búsqueda constante de giros sorpresa afectan a la cohesión del relato. La conclusión de la temporada, con un giro final y un personaje desaparecido, apunta ya a las líneas que se desarrollarán en una tercera entrega.
La segunda temporada de Wednesday confirma el potencial del proyecto, tanto en la dirección artística como en el atractivo de su reparto. Pero también pone sobre la mesa los riesgos de un formato de emisión dividido y de una trama que a menudo se dispersa.