"Ella lloraba y le pedía que parara": Diddy Combs obligaba a su expareja a tener relaciones, asegura fiscal
Golpes e intimidad obligada son algunos de los momentos que vivió una de las exparejas de Diddy Combs, quien declaró hoy ante 12 jurados
- 12 de mayo de 2025 a las 13:33

La fiscal Ashley Johnson había contado al jurado popular -elegido hoy lunes 12 de mayo-, que una de las víctimas de Combs, identificada con el pseudónimo de 'Jane', empezó una relación sentimental con el cantante en 2020, se enamoró "rápido".

En un primer momento, aceptó tener un encuentro con un trabajador sexual masculino ante la promesa de Combs de que eso haría que fueran una pareja "real", reveló.

Johnson aseguró hoy además que Combs obligó a 'Jane' a participar en estos 'freak offs' y a tener relaciones con él mientras ella lloraba y le pedía que parara.

Además, la obligaba a tener relaciones sin preservativo y la agredía físicamente: en una ocasión, la estranguló, la arrojó al suelo y le golpeó en el rostro.

Por su parte, la defensa del rapero Sean Combs describió la relación del artista con una de sus víctimas, identificada con el pseudónimo 'Jane', como "tóxica y disfuncional", y aseguró que los encuentros sexuales entre ella y trabajadores sexuales masculinos eran "consentidos".

"'Jane' estaba desesperada por estar con él, por darle cosas que otros no podían. Intentó que (su relación) fuera algo más que sexual. Pero siempre volvía a las fiestas en las habitaciones de hotel", aseguró hoy en sus alegatos de apertura una de las abogadas de Diddy, Teny Geragos.

Geragos insistió en que Combs le propuso un trío consensuado en un hotel: "Ser una participante voluntaria en tu vida sexual no es tráfico sexual", reiteró la abogada, que recalcó que la mujer era "incapaz emocionalmente de resistirse a él".

Diddy está imputado de cinco cargos: uno de conspiración con fines de extorsión; dos de tráfico sexual mediante la fuerza, el fraude o la coerción; y otros dos de transporte para ejercer la prostitución.

Se conoce que presuntamente obligaba a sus víctimas a tomar múltiples drogas, sobre todo MDMA y éxtasis, y que tenían lugar principalmente en hoteles.

En el juicio recibió el apoyo en el tribunal de seis de sus siete hijos, su madre y un amigo cercano.